El vaticanista Sandro Magister, citando un análisis del anglicano Philip Jenkins, señaló que en el mundo musulmán, específicamente el norte de África y Medio Oriente, se está dando un proceso de secularización debido a su contacto con Europa y cuya primera manifestación es el descenso de la natalidad, por lo que más que una islamización del viejo continente, se podría dar un Magreb "más europeo".
En su artículo, Magister recordó que desde hace unos años se ha generado un temor de que pronto Europa se convierta en una "'Eurabia' islamizada" debido al creciente número de inmigrantes musulmanes. "En realidad, este alarmante escenario no está sólo empañado desde hace algún tiempo, sino que los hechos lo desmienten cada vez más. Incluso hay quien sostiene que se verificará lo opuesto: no una Europa cada vez más islamizada, sino un Magreb y un Oriente Medio cada vez más 'europeos'", señaló.
Magister cita el artículo del anglicano Philip Jenkins, profesor de ciencias humanísticas en la Pennsylvania State University (Estados Unidos), publicado en el último número de "Vita e Pensiero", la revista de la Universidad Católica de Milán (Italia).
En el texto titulado "La revolución europea que llega al mundo musulmán", Jenkins advierte que en estas sociedades se están dando cambios no percibidos por los europeos, específicamente "una transformación demográfica que las convertirá en sociedades mucho más europeas", con las características que esto implica, como la igualdad entre hombres y mujeres "y, sobre todo, más 'laicas'. Este cambio resiste a todas las rebeliones políticas".
La transformación demográfica a la que se refiere Jenkis es el paulatino descenso de la natalidad que enfrentan actualmente los países del norte de África y Oriente Medio y que se asemejan a los que enfrente Europa.
"En los últimos treinta años estos países de Oriente Medio, que normalmente tenían muchos niños y adolescentes, han empezado a tener una impresionante transformación demográfica. Desde mediados de los años setenta, el índice de fertilidad de Argelia ha descendido del 7 al 1,75, el de Túnez del 6 al 2,03, el de Marruecos del 6,5 al 2,21, y el de Libia del 7,5 al 2,96. Hoy, el índice de Argelia equivale más o menos al de Dinamarca o de Noruega; el de Túnez es comparable al de Francia", señaló.
Esto, indicó, se debe a la influencia europea que ha traído, entre otras cosas, el cambio de mentalidad de las mujeres que "están cada vez más implicadas en actividades educativas de alto nivel y en trabajos a tiempo completo" y que hace "impensable" tener siete u ocho hijos". Además, "los emigrantes en Francia o en Italia vuelven a casa con las costumbres cambiadas, mientras que las familias que han permanecido en sus casas es difícil que consigan evitar los retratos mediáticos de la vida occidental que ven en los canales televisivos vía cable o vía satélite".
"Tal vez Europa y Medio Oriente están emergiendo como una sola 'Eurabia', pero estamos aún lejos de aclarar qué lado del Mediterráneo está realizando el trabajo mejor para imponer la propia opinión sobre el otro. Por el momento, parece que el Magreb se esté convirtiendo en europeo", indicó Jenkis.
Para el experto de la Pennsylvania State University, este cambio "no puede dejar de tener implicaciones políticas" en cada una de estas naciones.
Asimismo, dijo que "parece ser que unos cambios demográficos tan rápidos están vinculados a la secularización, un aspecto potencialmente muy significativo en Oriente Medio. Una forma de familia más pequeña puede ser el resultado de un declive de las ideologías religiosas, pero también puede suceder lo contrario: que una fertilidad en declive lleva a un tal declive, como ha sucedido en la Europa cristiana".
En ese sentido, indicó que se podría establecer una hipótesis sobre "la evolución de la religión en el Magreb en los próximos 10 o 20 años", pues la participación cada vez más activa de las mujeres en la escuela y en el trabajo "simplemente no puede soportar ese tipo de ortodoxias intransigentes que los islamistas ofrecen en el tema de la familia".
"Los extremistas no pueden desaparecer de la noche a la mañana, pero deberán adaptar al presente de manera sustancial su mensaje en una sociedad civil que posee un poderoso sentido de los valores democráticos y de la igualdad entre hombre y mujer. La demografía no explica, por supuesto, toda la cuestión; pero tiene un papel importante en cualquier intento de entender las actuales revoluciones políticas en Oriente Medio", finaliza Jenkis.
El artículo completo se encuentra en http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1350555?sp=y