El Presidente de Vida Humana Internacional (VHI), Padre Shenan J. Boquet, expresó que la pionera del movimiento pro-vida en Estados Unidos, Magaly Llaguno, quien falleció víctima de cáncer el pasado 28 de junio, "era una fuente de alegría".
El sacerdote dijo que Llaguno durante su enfermedad, "incluso en medio de los grandes sufrimientos" continuaba enviando mensajes de correo electrónico y llamaba a sus colegas para mantenerlos inspirados, traducir y compartir artículos y documentos importantes, para mantenerse en la lucha".
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Señaló que Magaly siempre mostró su amor y gratitud hacia su familia, sus amigos y compañeros de trabajo pro-vida, según se lee en el tributo a la "campeona de la vida" publicado en el sitio web de VHI.
El Padre Boquet pidió que todos los que luchan por la vida oren "por el eterno descanso del alma de Magaly y por todos los que lloran su muerte".
La presidenta de la Junta Directiva de VHI, Patricia Bainbridge, señaló que Llaguno era "una hermana en la lucha por la vida, una gozosa defensora de nuestros hermanos y hermanas más vulnerables" y que su ausencia se hace notar.
Resaltó además que ella "siguió su camino contra viento y marea, a través de terribles sufrimientos y contratiempos personales", estaba convencida de que Dios "la había llamado a realizar este importante trabajo".
Para Bainbridge el "sí" a Dios de LLaguno salvó miles de vida en su "lucha por la verdad y la vida hasta el final (…). Queremos hacer bien el trabajo para aprender de su testimonio tan valiente y fiel".
El Director de Programas Educativos de VHI, Adolfo Castañeda, dijo que siempre recordará "sus virtudes más resaltantes, resultado de la gracia de Dios y su eterna colaboración".
Además menciona que Magaly Llaguno tenía una "santa terquedad, una pasión bendecida por la vida, un imparable manejo para defender al más vulnerable sobre vosotros (los no nacidos, los enfermos y ancianos), una resistencia santa, una inquebrantable perseverancia" en medio de los obstáculos.
Señaló que ha tenido el privilegio de trabajar junto a ella por casi 20 años, "muchas anécdotas, inspiraciones, muchos ejemplos (grandes y pequeños) que me edificaron, enseñaron y me hicieron el pro-vida que soy ahora".
Subrayó que su muerte ha dejado un gran vacío en el mundo pro-vida, "que sabemos se llena con la gracia de Dios que se vierte sobre nosotros a petición de ella", y que les enseñó, no sólo cómo defender la vida pero también las virtudes que hacen el "trabajo fecundo para la vida eterna".
El reconocido activista pro-vida estadounidense Daniel Zeidler, que en los últimos 30 años ha sido un importante nexo entre el movimiento pro-vida de Estados Unidos e Iberomérica expresó: "demos gracias a Dios al Señor por esta gran señora tan dedicada a la causa de la vida, la familia y la fe.
Por su parte, Judie Brown y los trabajadores de American Life League señalaron que "Magaly era una verdadera guerrera para Cristo. (…) Era una gran promotora de todo lo bueno y hermoso de la vida, y lo mejor era siempre su amorosa sonrisa".
Brown destacó que Llaguno compartía su sabiduría, inspiraba con su liderazgo era sin duda una de "las grandes campeonas de los inocentes de Dios y ahora se fue a casa".
Trabajando desde su casa, Llaguno empezó hace 40 años el movimiento pro-vida y ayudó a empezar muchos otros grupos a favor de la vida incluyendo el National Rigth to Life. En 1984 el fundador de VHI, P. Paul Marx, le pidió que fuera la Directora Ejecutiva de la división hispana de la organización.
Con su trabajo ha salvado personalmente a muchas mujeres y niños del aborto, incluso con sus propios recursos, ayudando a crear más de 120 centros de ayuda a mujeres embarazadas en Latinoamérica. Ayudó a varias organizaciones pro-vida así como a líderes del Proyecto Raquel, una iniciativa para asistir a mujeres que han abortado, entre otros y ha recibido múltiples reconocimientos y premios internacionales.