El alcalde de Lourdes (Francia), Jean-Pierre Artiganav, señaló que las inundaciones que afectaron esta parte del país dejaron pérdidas por decenas de millones de euros, por lo que expresó su deseo de que el Papa Francisco visite el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, pues esto "ciertamente" podría ayudar a superar la catástrofe.
En declaraciones recogidas por la prensa internacional, Artiganav describió las inundaciones como un "desastre económico" y señaló que la operación de limpieza podría tomar meses.
En ese sentido, pobladores locales indicaron que la gruta del Santuario, al que acuden seis millones de peregrinos cada año, luce ahora como una visión "del apocalipsis" y ha sido cerrado al público. Las capillas y tinas donde los peregrinos se sumergen también resultaron dañadas. Solo la Basílica de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción ha resultado ilesa.
En una visita a Lourdes, el presidente francés Francois Hollande prometió que se hará todo lo necesario para que el santuario "sea accesible otra vez lo más pronto posible". Por su parte, el director de comunicaciones del santuario, Mathias Terrier, dijo a la prensa que "esto es una catástrofe. No podemos ver cómo podríamos reabrirlo en aceptables condiciones en las semanas que vienen".
"No podemos mentir sobre esta situación. Todo está dañado, todo está destruido. No sabemos qué hacer", añadió.