El pasado sábado 15 de junio se cumplieron 20 años de la dedicación de la Catedral de Santa María la Real de la Almudena por parte del Beato Juan Pablo II, quien durante su visita a Madrid (España) en 1993, hizo un apremiante llamado a la nueva evangelización.
Este año el aniversario de la dedicación coincidió con la ordenación de diáconos presidida por el Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela.
Ese día de 1993, el Papa Juan Pablo II recordó ante los reyes de España y los fieles reunidos, la importancia que este templo tiene no sólo para Madrid sino para España entera. "Este templo catedralicio, que se eleva hacia el cielo, es todo un símbolo: el dinamismo del Pueblo de Dios, que ha unido sus fuerzas, trabajos, limosnas y oraciones, para ofrecer a Dios una digna morada en la cual se invoque su nombre y se implore su misericordia", afirmó.
La Catedral de Santa María de la Almudena comenzó a construirse en 1868, pero las obras se finalizaron totalmente en 1993. Por ello, el Beato afirmó que "con la terminación de la catedral de Madrid, obra en la que se han empeñado tantas energías, se da un paso importante en la vida de esta Archidiócesis".
"La iglesia catedral, en efecto, es el símbolo y hogar visible de la comunidad diocesana, presidida por el Obispo, que tiene en ella su cátedra. Por ello, este día de la dedicación de la catedral ha de ser para toda la comunidad diocesana una apremiante llamada a la nueva evangelización a la que he convocado a la Iglesia", señaló Juan Pablo II.
Durante la ceremonia de 1993, el Papa polaco también donó un cáliz que se conserva en la Catedral.