La Duma de Estado (Cámara Baja del Parlamento Ruso), aprobó en segunda y tercera lecturas una ley que pena con hasta tres años de cárcel las ofensas de los sentimientos de religiosos, iniciativa que cuenta con el respaldo del 80 por ciento de la población rusa.
La normativa fue aprobada con 308 votos a favor y dos en contra. Sus promotores informaron que la nueva ley se propone castigar cualquier "notoria falta de respeto hacia la sociedad con el fin de ofender los sentimientos religiosos de los creyentes".
En caso de que el delito se produzca en una iglesia u otro lugar donde se oficie un servicio religioso, la pena incluirá multas de hasta 500.000 rublos (16.000 dólares) o trabajos obligatorios de hasta 480 horas.
Asimismo, se tipificó una nueva falta en el Código Administrativo ruso, que penará con multas de hasta 50.000 rublos (1.600 dólares) la profanación de literatura religiosa, símbolos y emblemas de los distintos credos, así como su destrozo.
Un sondeo elaborado en Rusia el año pasado reveló que más del 80 por ciento de los ciudadanos estaban a favor de reforzar la legislación para castigar los delitos de vandalismo, daños a las propiedades de iglesias y confesiones, como también los actos que supongan una ofensa a los sentimientos religiosos de los creyentes.
La propuesta original fue presentada en 2012 por varios partidos políticos rusos y pedía penas de hasta cinco años de prisión por actos que ofendieran los sentimientos religiosos.
El proyecto de ley apareció después del sonado proceso contra el grupo punk Pussy Riot, cuyas tres activistas fueron condenadas a dos años cárcel por la ejecución de una "oración punk" en la principal basílica ortodoxa de Moscú, acto considerado por la justicia rusa de ofensivo para los creyentes, aunque las activistas afirmaron que fue un acto político contra el gobernante Vladimir Putin.