Al inaugurar hoy la II Asamblea Eclesial convocada por la Conferencia Episcopal Chilena (CECh), el Arzobispo de Santiago, Mons. Ricardo Ezzati, planteó la defensa de la vida y la evangelización de la cultura como los retos que la Iglesia debe enfrentar con mayor urgencia en el país.
Bajo el lema "Una Iglesia que escucha, anuncia y sirve", unas 600 personas se congregaron en el Centro de Peregrinos de Schoenstatt en este encuentro nacional que durará hasta el sábado 15 de junio.
Mons. Ezzati dijo que espera "que este tiempo sea un tiempo de escucha de la Palabra del señor (…) que requiere convertirse también en una luz para el futuro de nuestra Iglesia".
"Queremos ser una Iglesia que proclama la dignidad de la persona humana, que protege y valora la vida, que quiere evangelizar la cultura, quiere globalizar la solidaridad y la búsqueda de la justicia y del bien común, una comunidad puesta al servicio de la unidad y de la fraternidad de nuestro país", dijo Monseñor Ezzati durante su saludo de esta mañana.
Además, destacó que para lograrlo es necesaria la comunión, que debe ser como una "sinfonía armoniosa" donde "su única partitura es el Evangelio del Señor que queremos hacer resonar en el corazón y en la vida del mundo de hoy", y donde los cristianos buscan tocar los instrumentos de la fe y "superar la tentación de protagonismos individualistas y estériles".
También agradeció el testimonio de Benedicto XVI, de quien dijo que "con son sus palabras y con sus gestos ha escrito la más maravillosa encíclica sobre la fe, sobre lo que significa la presencia de Jesucristo en la iglesia, y nuestra fe en la presencia de Jesucristo". También mencionó la importancia del testimonio del Papa Francisco, que ha llamado a la Iglesia a ir hasta las periferias de la existencia.
En alusión al nuevo Pontífice, Mons. Ezzati alentó lanzarse a las "últimas fronteras de la sociedad" chilena con los brazos abierto y con una especial atención misionera "sobre todo para los alejados, para aquellos que no conocen al señor" y "para aquellos que se han ido alejando" de la vivencia eclesial.
Finalmente, exhortó a los asistentes a iniciar la II Asamblea Eclesial nacional actuando como María, "poniéndonos a los pies de su Hijo Jesús para escuchar de Él la voz de esperanza, la voz de ánimo que nos dice no tengan miedo yo estoy con ustedes".