El Papa Francisco explicó esta mañana que es un deber, una obligación del cristiano, involucrarse en la política aunque sea "demasiado sucia" porque al estar en ese ámbito se puede trabajar por el bien común.
Así lo explicó el Santo Padre al responder a una de las preguntas que le hizo uno de los jóvenes que recibió esta mañana en el Aula Pablo VI, en el encuentro de alumnos y exalumnos de los colegios jesuitas de Italia y Albania con el Pontífice.
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En el encuentro Francisco decidió no leer el discurso que había preparado para la ocasión y dialogar espontáneamente con los asistentes lo que generó un clima de mayor alegría y fiesta.
Sobre el tema de la participación de los laicos en la esfera pública, el Papa explicó que "involucrarse en la política es una obligación para un cristiano. Nosotros no podemos jugar a Pilato, lavarnos las manos: No podemos".
"Debemos inmiscuirnos en la política porque la política es una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común. Y los laicos cristianos deben trabajar en política", aseguró el Santo Padre ante los miles de niños y jóvenes presentes.
"Alguno me dirá 'pero no es fácil'. Tampoco es fácil llegar a ser sacerdote. No son cosas fáciles porque la vida no es fácil. La política es demasiado sucia pero yo me pregunto: ¿por qué es sucia? ¿Por qué los cristianos no se han involucrado con su espíritu evangélico?"
El Santo Padre señaló además que "es fácil decir 'la culpa es de aquel'... pero yo, ¿qué cosa hago? ¡Es un deber! Trabajar por el bien común es un deber de un cristiano! Y muchas veces para trabajar el camino a seguir es la política".