El Papa Francisco presidió este viernes el rezo multitudinario del Santo Rosario ante una Plaza de San Pedro llena de fieles, y donde afirmó que María es ejemplo de escucha, decisión y acción, palabras que sintetizan la actitud que deben tener los cristianos "frente a lo que nos pide el Señor en la vida".
"Esta tarde hemos rezado juntos el Santo Rosario; hemos recorrido algunos acontecimientos del camino de Jesús, de nuestra salvación y lo hemos hecho con aquella que es nuestra Madre, María. Aquella que con mano segura nos conduce a su Hijo Jesús", expresó el Papa al culminar la oración mariana.
Francisco, que recordó que hoy viernes la Iglesia celebra la fiesta de la Visitación de la Virgen a su prima Isabel, destacó la actitud de María que escucha atentamente lo que Dios le pide. "No es el modo distraído con el cual nosotros nos ponemos delante del Señor o ante los otros: oímos las palabras, pero no escuchamos realmente. María está atenta a Dios, escucha a Dios".
Esta actitud, dijo, la traslada a los hechos de la vida cotidiana. "Está atenta a la realidad concreta y no se para en la superficie, sino que va a lo profundo, para captar el significado. La pariente Isabel, que es ya anciana, espera un hijo: éste es el hecho. Pero María está atenta al significado, lo sabe comprender: 'porque no hay nada imposible para Dios".
Francisco dijo que los hombres también deben estar atentos a la realidad concreta y aprender a escuchar lo que Dios les dice, "porque el Señor está en la puerta de nuestra vida y golpea en muchos modos, pone señales en nuestro camino; está en nosotros la capacidad de verlos".
En su meditación, el Santo Padre señaló que María también afronta los hechos de la vida con "decisión". "María no vive 'de prisa', con preocupación, sino, como subraya san Lucas, 'María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón'".
"En el momento decisivo de la anunciación del ángel, Ella pregunta: '¿Cómo sucederá esto?'. Pero no se detiene ni siquiera en el momento de la reflexión; da un paso adelante: decide. No vive de prisa, sino sólo cuando es necesario 'va sin demora'. María no se deja llevar por los acontecimientos, no evita la fatiga de la decisión (...) María dijo entonces: 'Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho'", señaló.
"En la vida es difícil tomar decisiones, a menudo tendemos a posponerlas, a dejar que otros decidan en nuestro lugar (...), pero no tenemos el coraje o nos parece demasiado difícil porque quiere decir ir contracorriente. María en la anunciación, en la Visitación, en las bodas de Caná va contracorriente", afirmó.
Francisco también dijo que María es ejemplo de acción. "En la oración, delante de Dios que habla, en reflexionar y meditar sobre los hechos de su vida, María no tiene prisa, no se deja tomar por el momento, no se deja arrastrar por los acontecimientos. Pero cuando tiene claro qué cosa Dios le pide, lo que tiene que hacer, no tarda, no retarda, sino que va 'sin demora'".
Finalmente, antes de culminar, el Santo Padre elevó una plegaria para pedir a María que abra "nuestros oídos; haz que sepamos escuchar la Palabra de tu Hijo Jesús entre las mil palabras de este mundo"; para que ilumine "nuestra mente y nuestro corazón" y "sepamos obedecer (...) sin titubeos". "María, mujer de la acción, haz que nuestras manos y nuestros pies se muevan 'sin demora' hacia los otros, para llevar la caridad y el amor de tu Hijo Jesús, para llevar, como tú, en el mundo la luz del Evangelio. Amén", culminó.