Pese a la amenaza de lluvia que había hoy en Roma, una multitud se congregó en la Plaza de San Pedro para la audiencia general de los miércoles que preside el Papa Francisco. Sin importarle haber terminado empapado, el Santo Padre saludó a los miles de fieles como siempre lo hace, sobre el papamóvil y sin ningún tipo de protección.

La lluvia fue de tal intensidad que obligó a los asistentes a desplegar sus paraguas, dándole un tono "colorido" a la Plaza en la que el Papa Francisco no escatimó saludos, besos a los niños y paradas para acercarse de manera personal a la gente.

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Al concluir el recorrido, el Santo Padre bajó del papamóvil y caminó como de costumbre para ubicarse en medio del atrio de la Básilica de San Pedro desde donde imparte su catequesis.

Antes de hacerlo sacó su pañuelo, se secó el rostro y bromeó con algunos de los que lo rodeaban al ver que estaba empapado por la lluvia.

En italiano y con la sonrisa que lo caracteriza, el Santo Padre dijo: "¡felicitaciones por vuestro coraje bajo la lluvia. Son fuertes eh!

En la catequesis de hoy, el Papa hizo una reflexión sobre lo que es la Iglesia como familia de Dios, a la luz del Concilio Vaticano II.