El Papa Francisco a través del Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, envió un mensaje al Arzobispo de Oklahoma City (Estados Unidos), Mons. Paul Coakley, donde invoca el consuelo del Señor para todas las personas afectadas por el devastador tornado que ha causado la muerte de decenas de personas y numerosos heridos.
El Cardenal Bertone señaló en el telegrama que el Pontífice "ha seguido con profunda preocupación las consecuencias del devastador tornado que ha afectado a Oklahoma y le pide que transmita a toda la comunidad su "solidaridad y cercanía en la oración", según informa la nota publicada hoy en el sitio web de la Arquidiócesis de Oklahoma.
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Indicó que el Santo Padre es "consciente de la trágica pérdida de vidas y la inmensidad de la obra de reconstrucción que hay por delante", y expresó además su pedido a "Dios Todopoderoso para que conceda el descanso eterno a los difuntos, consuelo a los afligidos, y fortaleza y esperanza a los sin techo y los heridos".
"De manera particular, encomienda al Padre de la Misericordia a los muchos niños de entre las víctimas y a sus familias en duelo", expresó.
También hizo referencia que "Su Santidad invoca al Señor Resucitado el don del consuelo, fortaleza y perseverancia" para los líderes civiles, religiosos locales, y en especial para los que participan en las actividades de socorro.
Por su parte Mons. Coakley dijo estar "profundamente agradecido" por el mensaje recibido del Santo Padre y le escribió inmediatamente una respuesta.
En su carta el Arzobispo le dice al Papa que "en nombre del pueblo de Oklahoma me gustaría darle las gracias por sus oraciones y su cercanía espiritual a nosotros en este momento difícil. (...) Va a tomar muchos meses y muchos recursos para las personas a reconstruir sus vidas y comunidades. (...) Vamos a hacer todo lo posible para estar con ellos y acompañarlos en estos tiempos difíciles por venir".
Mons. Coakle subraya que el "pueblo de Oklahoma son resistentes. (...) Aunque nuestra población católica es sólo una pequeña parte de la población total, Oklahoma es un pueblo lleno de fe. Ellos (los residentes) sacan fuerza de su fe al punto de apoyarse mutuamente en momentos como este".