El Papa Francisco nombró a Mons. Héctor Vargas Bastidas, hasta ahora Obispo de Arica (Chile), como nuevo Obispo de Temuco. Sucede así a Mons. Manuel Camilo Vial Risopatrón, cuya renuncia fue aceptada por haber llegado al límite de edad de 75 años.
Mons. Vargas nació en Valdivia el 29 de diciembre de 1951. Ingresó al Seminario de la Congregación Salesiana en Santiago. Hizo sus primeros votos religiosos en el año 1972 y fue ordenado sacerdote en 1980.
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Es profesor de Estado, titulado en la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde realizó también los estudios de Filosofía y Teología; y es Magíster en Ciencias de la Educación, por la Pontificia Universidad Salesiana de Roma.
Mons. Vargas se ha desempeñado como Viceprovincial y responsable del ámbito pastoral de la Congregación Salesiana en Chile; asesor del Movimiento Juvenil Salesiano y animador de movimientos de pastoral familiar. Durante un período de siete años, fue Presidente Nacional de la Federación de Instituciones de Educación Particular (FIDE). Ha integrado el Consejo Nacional de Certificación de la Gestión Escolar de la Fundación Chile.
Fue designado Obispo de Arica el 25 de noviembre de 2003, recibiendo la ordenación episcopal el 4 de enero de 2004. En la Conferencia Episcopal de Chile, Monseñor Vargas es Presidente del Área de Educación.
En su saludo a los diocesanos de Temuco, el Obispo electo señala que "el querido Papa Francisco, sin mérito alguno de mi parte, ha querido trasladarme de una hermosa Iglesia del desierto y altiplánica, para servir como Pastor de la querida Iglesia de Temuco, y de este modo regresarme al sur de Chile que me vio nacer, y en donde recibí las aguas del bautismo".
El Prelado agradeció a los fieles "por su permanente presencia y acompañamiento de las esperanzas del pueblo mapuche; por el invaluable servicio educativo y de promoción humana en los distintos niveles de enseñanza; mi alegría porque que en el contexto de la Misión Continental, desea salir como una Madre al encuentro de todos sus hijos, para que experimentando un encuentro profundo con el Señor, puedan tener verdadera vida en Él".