El Secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Eugenio Lira Rugarcía, recordó que el tercer secreto de la Virgen de Fátima no es una película irreversible sobre el futuro, sino una exhortación a la conversión y penitencia que continúa vigente.
"La visión que tuvieron los niños en Fátima no es una especie de película sobre el futuro fijado de forma irremediable, sino una invitación a tomar conciencia de lo que podría pasar si seguimos por el camino equivocado, y así decidirnos a corregirnos a tiempo eligiendo el bien", señaló el Prelado en un mensaje con ocasión del 96º aniversario de las apariciones de la Virgen María a los tres pastorcitos, Lucía, Francisco y Jacinta.
Mons. Lira Rugarcía explicó que "la Virgen comunicó a los niños un secreto en tres partes: Las dos primeras, con una visión del infierno, nos invita a evitar terminar en él, frecuentando los sacramentos de la Eucaristía y la Confesión, y practicando la devoción al Corazón Inmaculado de María a través del rezo del Santo Rosario. También anunciaba que, si la humanidad seguía por donde iba, se desataría la 2ª guerra mundial y que Rusia, adhiriéndose al totalitarismo comunista, provocaría grandes daños".
"La tercera parte del secreto se hizo pública en el año 2000 por disposición del Papa Juan Pablo II, con una interpretación de la Congregación para la Doctrina de la Fe, confirmada por Sor Lucía", recordó.
Explicó que "la Montaña y la ciudad simbolizan la historia humana en su ascenso a la unidad y al progreso, en medio de peligros y amenazas. La Cruz en la cima recuerda que Cristo es meta y punto de orientación; el Obispo vestido de blanco que camina sufriendo con otras personas, simboliza el dolor de los testigos de la fe del siglo XX, guiados por los Papas".
"La visión del Papa que es muerto anunciaba el atentado del que fue víctima Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981, y del que él mismo afirmó: 'Fue una mano materna a guiar la trayectoria de la bala y el Papa agonizante se paró en el umbral de la muerte' (13 de mayo de 1994). Esto prueba una vez más que no existe un destino inmutable, y que la fe y la oración pueden influir en la historia, ya que son más poderosas que las balas y las divisiones", afirmó.
Mons. Lira Rugarcía culminó su texto afirmando que "lo que es vigente del 'tercer secreto' es la exhortación que nos hace la Madre de Dios a la oración, a la penitencia y a la conversión".
"Jesús nos ha dicho: 'en el mundo padecerán tribulaciones, pero tengan confianza; yo he vencido al mundo'. El mensaje de la Santísima Virgen María en Fátima nos invita a confiar en esta promesa", expresó.