El Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), Mons. José Gómez, exhortó a los fieles a aprovechar que el mes de mayo está dedicado a María para acrecentar la devoción a la Madre de Dios y aprender de ella la confianza plena en Dios.
"El Evangelio nos dice que Jesús crecía en sabiduría en el hogar de Nazaret, con María y San José. Y nosotros crecemos en fe y santidad si permanecemos cerca a María, si escuchamos sus palabras y aprendemos de su ejemplo", afirmó el Prelado en su última columna publicada en ACI Prensa.
Mons. Gómez recordó que desde el momento de la Anunciación, María muestra su confianza en Dios cuando le responde al ángel "hágase en mí según tu palabra". "Supongo que Jesús haya aprendido de María algo de su propia actitud de confianza en la voluntad de Dios", expresó.
El Arzobispo de Los Ángeles dijo que "esa es la actitud que necesitamos tener para vivir como hijos de Dios y de María. Como Jesús y María, tenemos que confiar que nuestro Padre celestial sabe qué es lo mejor para nosotros, que Él tiene un plan y una razón de ser para ... nuestras vidas".
"También podemos aprender mucho del hábito que María tenía de reflexionar sobre la vida de su Hijo. El Evangelio nos dice que ella atesoraba sus palabras y se preguntaba sobre el significado de sus acciones: 'Ella guardaba todas esas cosas, meditándolas en su corazón'", explicó.
Mons. Gómez invitó a seguir este ejemplo y dedicar un momento del día a contemplar las palabras y hechos de Jesús, a través de la lectura orante de los Evangelios. "Como María, deberíamos guardar sus palabras y su ejemplo en nuestro corazón. Todos los días deberíamos pedir en oración la gracia que necesitamos para amarla más y para ser más como Jesús", afirmó.
"María nos enseña a estar abiertos a lo que Jesús quiere hacer en nuestras vidas. Ella acogió a Jesús en su vida y lo entregó al mundo. Eso también debería ser un ejemplo para nosotros. Deberíamos estar siempre listos para llevar el don de Jesús a los demás", añadió.
Por ello, invitó a que "en este mes de María, al orar los unos por los otros, tratemos de hacer algunas cosas prácticas para profundizar nuestra devoción a María. Quizá sea rezar el Rosario con más devoción y afecto. Tal vez sea rezar una oración mariana especial, como el Memorare".
"Debemos asegurarnos de que María siempre tenga un lugar importante en nuestras vidas", exhortó Mons. Gómez.