El Sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano, Mons. Angelo Becciu, señaló que el Papa Francisco aún no se ha reunido con el grupo de consejeros que nombró a mediados de abril, formado por ocho cardenales, y por tanto "es absolutamente prematuro hacer ninguna suposición sobre la futura estructura de la Curia".
En entrevista concedida este 1º de mayo a L'Osservatore Romano, el Arzobispo señaló que "el Papa Francisco está escuchando a todos, pero en primer lugar, querrá escuchar a aquellos que ha elegido como consejeros. Sucesivamente se establecerá un proyecto de reforma de la 'Pastor Bonus', que, obviamente, tendrá que seguir su propio proceso".
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Asimismo, expresó la sorpresa del Papa porque se le atribuyan "frases que nunca ha pronunciado y que tergiversan su pensamiento".
En ese sentido, se refirió a la única mención que hizo el Santo Padre del Instituto para las Obras de Religión (IOR) -conocido comúnmente como el Banco del Vaticano-. Esto ocurrió "durante una breve homilía en Santa Marta, improvisada, en que recordó con fuerza que la esencia de la Iglesia consiste en una historia de amor entre Dios y los hombres, y cómo las diferentes estructuras humanas, incluida el IOR, son menos importantes".
"La referencia era una especie de 'guiño', motivado por la presencia en la Misa de algunos empleados del Instituto, en el contexto de una seria exhortación a no perder nunca de vista la naturaleza esencial de la Iglesia", explicó Mons. Becciu.
Asimismo, ante la pregunta sobre si se prevé "que no haya una reestructuración inminente de la forma actual de los dicasterios", la autoridad vaticana aclaró que "no puedo prever una agenda. De todas formas, el Papa ha pedido a todos los responsables de los dicasterios que continuemos con nuestro servicio, pero sin proceder, de momento, a la confirmación de los cargos".
"Lo mismo se aplica a los miembros de las Congregaciones y Consejos Pontificios: el ciclo normal de confirmaciones o nombramientos, que se producen al final de los mandatos de cinco años, está suspendido por el momento, y todos continúan en sus funciones 'hasta nuevo aviso'. Esto indica la voluntad del Santo Padre de tomarse el tiempo necesario para la reflexión -y la oración, no hay que olvidarlo- para tener un panorama detallado de la situación".
Durante la entrevista, Mons. Becciu salió al paso de las especulaciones de que el consejo nombrado por el Papa cuestionaría su primacía. Recordó que "se trata de un órgano consultivo, no de toma de decisiones y realmente no veo cómo la decisión del Papa Francisco pueda poner en duda el primado".
"Lo que es cierto es que se trata de un gesto de gran importancia, que quiere dar una señal clara sobre la modalidad en que el Santo Padre quiere ejercer su ministerio. No hay que olvidar cuál es la primera tarea asignada al grupo de los ocho cardenales: ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia universal".
Por ello, pidió que la curiosidad por la configuración y las estructuras de la Curia Romana no eclipsen "el sentido profundo del gesto del Papa".
El Arzobispo indicó que "la función de aconsejar debe interpretarse desde una perspectiva teológica: desde una óptica mundana podríamos decir que un consejo sin poder de decisión es irrelevante; pero eso significaría equiparar la Iglesia a una empresa".
"En cambio, desde el punto de vista teológico, el consejero tiene una función de absoluta importancia: ayudar al superior en su tarea de discernimiento, es decir, en entender lo que el Espíritu pide a la Iglesia en un momento histórico determinado. Sin esta referencia, por otra parte, no se entendería nada sobre el verdadero significado de gobierno en la Iglesia", señaló.