El presidente del Área de Educación de la Conferencia Episcopal Chilena (CECh), Mons. Héctor Vargas, pidió preguntarse qué es lo que más ansían los jóvenes chilenos y cuáles son sus sueños, porque el sistema educativo del país no da las respuestas adecuadas.
"¿Qué es lo que más ansían nuestros jóvenes?, ¿Tras de qué andan?, ¿En qué consisten sus grandes necesidades, heridas y carencias?, ¿Qué es lo que esperan de la sociedad en que viven y de la educación que ésta les ofrece?, ¿Los conocemos después de todo?, ¿Qué espacios de participación ofrecemos a sus anhelos de justicia, de amor, solidaridad, compromiso, y de trascendencia? ¿Cómo nos hacemos cargo de la cultura que les caracteriza y los aportes y valores que traen con ella?", preguntó el Prelado.
Monseñor Vargas dijo que es necesario ver que hay "utilitarismo" en el sistema educacional, ya que se potencian "destrezas y competencias afines a necesidades técnicas, sociológicas y económicamente productivas", que no terminan de "dar respuestas adecuadas a las grandes ansias del corazón de nuestros jóvenes, a sus necesidades de desarrollo afectivo, intelectual, ético, social y espiritual (...) ámbitos de la persona, que son centrales en los fines de una auténtica educación, que hasta ahora no han logrado traducirse coherentemente en valores, objetivos, experiencias pedagógicas, ni en formulaciones curriculares concretas".
En declaraciones a ACI Prensa, Mons. Vargas se refirió al movimiento estudiantil, que ya tiene tres años y que en los últimos días ha vuelto a manifestarse con más de cien mil estudiantes universitarios y escolares en las calles, pero que terminó en desmanes y enfrentamientos con la Policía.
Asimismo, Harald Beyer fue destituido como ministro de Educación, convirtiéndose en el cuarto que deja esta cartera en lo que va del Gobierno de Sebastián Piñera.
"La mayoría de las peticiones del movimiento estudiantil hablan de la necesidad de cambios que provoquen mejoras sustanciales a un sistema segmentado inequitativo, con serios problemas de calidad, abusivo en lo económico y con prácticas lucrativas moralmente reprobables", indicó.
El Prelado dijo que si bien el sistema educacional chileno ha avanzado en cobertura y acceso, hoy existe un desafío mayor, como educar en "tiempos de globalización". Advirtió que en Chile hay una "globalización asimétrica" que "tiende a acrecentar la desigualdad de oportunidades, la pobreza, la marginación, la corrupción, la nivelación cultural, la colonización económica y valórica", alterando la identidad cultural de todos.
Según Mons. Vargas, este cambio cultural promueve el culto al propio yo, al dinero al placer y afecta la solidaridad de toda la sociedad y su composición. "Llega hasta el interior de las personas: hasta su sentir, su pensar y sus costumbres", mencionó. Esto es lo que también afecta a los jóvenes chilenos, expresándose en un descontento generalizado.
"Por ello, la sola respuesta a temas que pensamos pueden resolverse con cierta agilidad y acuerdos políticos, financieros y jurídicos, no lograrán satisfacer los anhelos de nuestra juventud, es más, podrían incluso implicar nuevas frustraciones", advirtió.
El Prelado pidió tener presentes las ansias y deseos de los jóvenes, así como sus necesidades de desarrollo afectivo, intelectual, ético, social y espiritual, pues son ámbitos centrales de una auténtica educación.