22 de abril de 2013

Abr 22, 2013

El Movimiento Cristiano Liberación (MCL), y la familia de Oswaldo Payá presentaron una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por irregularidades en el juicio que el Gobierno cubano realizó por la muerte del líder católico y del activista Harold Cepero, y donde condenó al español Ángel Carromero.

En un comunicado difundido en el sitio web del MCL el 22 de abril, se informó que la demanda es gestionada por abogados del centro Robert F. Kennedy. Asimismo, en la petición se piden medidas cautelares para la viuda de Payá, Ofelia Acevedo; y sus hijos Oswaldo José, Rosa María y Reinaldo Isaías, cuyas vidas "están en riesgo" debido a que "han recibido amenazas de muerte" por parte de agentes del Gobierno comunista.

Además se aboga por la libertad de Yosvani Melchor Rodríguez, un joven con discapacidad mental "injustamente preso desde hace más de tres años" como represalia porque su madre se negó a abandonar el MCL.

El comunicado señala que "a la vista de los hechos, el Estado cubano ha violado los siguientes derechos especialmente protegidos por la Declaración Americana", de la cual es signatario.

Entre estos derechos están los protegidos por el artículo 4º, referidos a la libertad de investigación, opinión, expresión y difusión, "con respecto los derechos del peticionarios al acceso a la información relativa a la investigación gubernamental sobre la muerte de Oswaldo Payá".

También acusan al Gobierno de violar los artículos 18º y 26º, derecho de justicia y al proceso regular, debido a la "insuficiente investigación, el juicio altamente irregulares y secreta contra Ángel Carromero, y la evidencia sustancial de que contradice la narrativa del estado de lo que pasó".

Nueve meses de su muerte

Oswaldo Payá y Harold Cepero fallecieron el 22 de julio de 2012 cuando viajaban por carretera al oriente de la isla para promover el Camino del Pueblo, iniciativa a favor de la transición pacífica de Cuba a la democracia. Ambos iban acompañados por el sueco Jens Aron Modig y el español Ángel Carromero, quien manejaba el vehículo.

Aunque el Gobierno asegura que ambos disidentes murieron a causa de un accidente vehicular por exceso de velocidad, el MCL y la familia de Payá señalaron que el auto fue embestido y sacado de la carretera por otro vehículo, tal como denunciaban los mensajes de texto enviados por el celular de Aron Modig, que también informaba que estaban siendo rodeados por militares.

Los mensajes fueron presentados por Rosa María Payá el 28 de febrero de 2013 en una conferencia de prensa realizada en España (http://www.oswaldopaya.org/es/2013/02/28/texto-de-conferencia-de-prensa-de-rosa-paya-28-de-febrero-fhc/).

Posteriormente, Ángel Carromero –que logró salir de Cuba gracias a un convenio bilateral entre España y la isla-, confirmó la existencia de los mensajes en una entrevista con el diario Washington Post, donde también señaló que el video que el régimen comunista mostró a la prensa internacional –y donde él reconocía su supuesta responsabilidad-, fue grabado luego de pasar días en condiciones inhumanas bajo vigilancia del Gobierno.

"Esperé que nadie pensara que ese video fue grabado libremente, o que lo que dije correspondió a lo que realmente pasó", dijo en la entrevista, donde recordó que momentos antes de ser sacados de la carretera, Oswaldo Payá le dijo que el vehículo que los seguía llevaba una placa azul, que son las usadas por los autos del Gobierno comunista.

Más adelante, el 6 de marzo de 2013, el sueco Aron Modig confirmó también la existencia de los mensajes de texto.

Asimismo, entre las irregularidades que denuncia el MCL, está la prohibición del Gobierno para que la familia de Payá conociera sobre las investigaciones. Asimismo, la viuda del líder católico fue impedida de conversar con Ángel Carromero –a quien la familia Payá siempre consideró inocente-, y los hijos fueron rodeados por policías para no dejar que ingresaran al juicio que se realizó el 5 de octubre en Bayamo, y que fue calificado por la oposición como una farsa del régimen de Raúl Castro.