Al asumir hoy como nuevo Arzobispo de Buenos Aires y sucesor del ex Cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy Papa Francisco, Mons. Mario Aurelio Poli, pidió a Dios que "no me falte en este servicio el amor a los pobres, sufrientes y excluidos".
Mons. Poli pidió que no le falten estas preocupaciones a ejemplo de "nuestro patrono, el obispo San Martín de Tours, quien supo remover de su corazón toda indiferencia; y de Santa Rosa de Lima quien me acompañó en estos años".
El nuevo Arzobispo de Buenos Aires, frente a la multitud congregada en la Plaza de Mayo, al pie de la Catedral de la ciudad, aseguró a los fieles que "cuando entramos por la puerta de la fe, nadie ni nada puede arrebatarnos de las manos de Cristo y de las manos del Padre".
Mons. Poli también pidió a los sacerdotes de la Arquidiócesis llevar "con alegría este bendito oficio de servir con amor pastoral" e invitó a "renovar el entusiasmo por darlo a conocer a nuestro pueblo, para que conociéndolo puedan amarlo y servirlo".
"El estilo cercano del Buen Pastor nos señala el camino y el modo de ser pastores", subrayó.
El Arzobispo bonaerense recordó que "Dios, el Supremo Pastor de las ovejas ha prometido darnos pastores según su corazón. Esa promesa se realiza plenamente en Jesús el Buen Pastor. En su divina pasión se ha manifestado el amor misericordioso que brota de su corazón traspasado".
"La caridad pastoral es aquella virtud cordial con la que nosotros pastores imitamos a Cristo en su entrega de sí mismo y en su servicio a los hombres. La caridad pastoral determina nuestro modo de ser pastores hoy, de pensar y de actuar, nuestra presencia de estar y caminar con la gente, y hasta nuestra oración e intercesión, para que nuestro gozo sea hablar a Dios de los hombres y a los hombres de Dios", señaló.
Mons. Poli dijo que "esa cercanía que nos pone en la insustituible relación persona a persona, nos permite anunciar que 'Cristo murió por todos, y que la vocación suprema del hombre en realidad es una sola, es decir, la divina'".
"Al celebrar la figura del Buen Pastor en el comienzo de este nuevo servicio pastoral que me pide la Iglesia, recibo un gran consuelo y no puedo dejar de ver un signo de la Providencia que nos guía hacia un rumbo luminoso y esperanzador, para que, pastores y pueblo fiel hagamos juntos el camino de la evangelización", indicó.
El Arzobispo de Buenos Aires dijo que "con la elección del Papa Francisco, se nos ha contagiado la alegría de tener un argentino –tan cercano y querido-, en la Cátedra del Apóstol Pedro, y vimos cómo muchos compatriotas han renovado el gozo de pertenecer a la Iglesia".
"Al mismo tiempo, el Señor nos interpela a profundizar nuestro compromiso de discípulos y misioneros, para ofrecer la riqueza del Evangelio a los que viven, trabajan y pasan por nuestra Ciudad, de tal manera que conozcan a Dios Padre y sus dones de justicia, amor y paz", señaló.
"Invoco la presencia y protección amorosa de la Madre del Pastor de los pastores, y le ruego que camine con nosotros; que Ella sea en el firmamento de la Ciudad de Buenos Aires 'estrella de la Evangelización siempre renovada'", concluyó.