El Arzobispo de París (Francia), Cardenal André Vingt-Trois al concluir la asamblea plenaria de los obispos franceses en la mañana del jueves, dirigió un mensaje de esperanza a la población francesa que actualmente vive dividida interiormente por las protestas y manifestaciones ante la ley de "matrimonio para todos", que equivaldrá a la legalización de las uniones homosexuales.
"En un momento en que muchos de nuestros compatriotas se ven con profunda ansiedad sobre su futuro, queremos que sean testigos de la esperanza", expresó el Purpurado en su último discurso como Presidente de la Conferencia Episcopal Francesa. Cargo que pasará a Mons. Georges Pontier el primero de julio.
"Nosotros conocemos a hombres y mujeres que enfrentan dificultades en la vida por negarse a sus intereses personales, así como actores políticos honestos y sinceros que defienden por convicción aunque cueste. Conocemos personas preocupadas por el bien común que aceptan dar generosamente su tiempo para trabajar", dijo el Arzobispo.
A "estos hombres y mujeres, queremos alentar por el testimonio que dan del Evangelio", señaló el Cardenal Vingt-Trois y agregó "no podemos apoyar una acción pública que desvía temas del debate con el fin de desestabilizar el poder político. El modelo de nuestra misión en el mundo no es la de los fanáticos. Es aquel de Cristo".
"Cualquier acción impulsada por el odio no puede pretender incluir el Evangelio de Cristo no se puede decir que es parte de la Iglesia porque distorsiona su imagen", enfatizó el Arzobispo.
También se dirigió de manera particular a las familias y a los jóvenes "que se esfuerzan y buscan con pasión el camino de la realización de su vida y que no eligen la violencia para expresar sus convicciones.