El Obispo de San Cristóbal (Venezuela), Mons. Mario Moronta, exhortó a los políticos del país a no incitar actos de violencia "con su verbo incendiario", y llamó a los sacerdotes a cumplir con su labor de pastores e invitar a la paz, sin tomar posición por ningún grupo político.
En una carta enviada hoy a ACI Prensa, el Prelado exhortó a los políticos del país "de corazón que no inviten a la violencia con su verbo incendiario o con comportamientos y actitudes sectarias".
"Todos los dirigentes, los de la oposición y los del Gobierno deben buscar también encontrarse teniendo como horizonte el que son servidores del mismo pueblo", dijo.
Asimismo, recordó a los sacerdotes de su Diócesis que "como pastores de nuestra Iglesia, nos corresponde la tarea, pues, de invitar a la paz, al encuentro y a la superación de las dificultades mostrándonos hermanos".
Mons. Moronta advirtió que el país vive "tiempos particularmente difíciles" luego de las elecciones presidenciales, en la que resultó ganador Nicolás Maduro en medio de denuncias de fraude.
Como se sabe, Henrique Capriles, candidato opositor, se negó a reconocer los resultados y pidió el recuento de los votos. Sin embargo, Maduro prontamente procedió a juramentar como nuevo presidente electo.
Los disturbios desatados en las calles de la capital venezolana, Caracas, entre quienes rechazan y los que defienden el resultado electoral, han resultado en la muerte, hasta el momento, de siete personas.
Para Mons. Mario Moronta, estos momentos difíciles exigen a los sacerdotes "no sólo la conciencia de ser pastores de toda la grey, sino también servidores en la caridad pastoral y ministros de la reconciliación".
"Se ha agudizado la tensión existente", indicó, advirtiendo que "el país se encuentra dividido en dos grandes grupos" y que se han producido "consecuencias nada deseables".
Ante la pregunta de "¿cuál es el papel de los pastores en esta situación?", Mons. Moronta indicó que "sin dejar de tener, de acuerdo a la conciencia, nuestra propia opinión, como nos lo ha pedido muchísimas veces la Iglesia, nos toca ser prudentes y no identificarnos con ninguna línea político-partidista".
"No olvidemos que la inmensa mayoría de los que simpatizan con cada una de las opciones políticas enfrentadas en estos momentos son católicos y miembros de la Iglesia", subrayó.
El Prelado venezolano remarcó que los sacerdotes "somos pastores de todos y cada uno de ellos; no de un grupo con el que simpatizamos más".
"Esto debe hacerse sentir ahora más que nunca", exhortó.
Esta labor "no resultará fácil, pues cada quien querrá llevarnos a su propio terreno" dijo, además de que "podremos recibir todo tipo de críticas, incomprensiones y acusaciones".
"Allí está nuestra tarea más importante: el ministerio de la reconciliación", indicó.
Este trabajo reconciliador debe llevarse a cabo "con la ayuda y la luz del Espíritu Santo".
"Es necesario alimentarnos con la oración, la Palabra y la Eucaristía", señaló.
El Prelado venezolano indicó que "los principios y valores de la Doctrina Social de la Iglesia han de ser un medio que nos ayuden a iluminar a todos en sus luchas sociopolíticas". "También allí encontraremos las luces necesarias y la fortaleza para salir al encuentro de nuestros hermanos", aconsejó.
El Obispo de San Cristóbal recordó a los sacerdotes que en muchas ocasiones "nos tocará reanimar, reforzar y reafirmar nuestra vocación de hermanos, por el hecho de ser hijos de Dios".
"Durante todos estos días, como ha sido siempre, hemos de ir a 'sanar corazones afligidos', proteger la grey de quienes quieran dividirla o desviarla por senderos de violencia e invitarles a que sean capaces de demostrar que son discípulos de Jesús en la práctica del amor fraterno", indicó.
Como pastores de la Iglesia, dijo el Prelado, se deben aprovechar todos los medios, como predicaciones y los medios de comunicación, así como las redes sociales, para manifestar "nuestra voluntad de ser auténticos pastores, a imagen de Cristo el Señor".
"Demostremos que nuestro único interés es el Evangelio, por el cual hemos sido consagrados al servicio de todos, sin acepción de personas", indicó.
Esta labor pastoral "es lo que necesita hoy nuestra gente y es lo que nos pide Dios y la Iglesia", concluyó.