El Arzobispo de Denver, Mons. Samuel J. Aquila, consideró que los inmigrantes pueden ayudar a la renovación de la cultura y el catolicismo en Estados Unidos.
"Las familias inmigrantes siempre han contribuido a la riqueza de nuestra cultura - en particular la riqueza de la cultura americana católica", dijo el Arzobispo durante un discurso en la capilla de la Regis University.
El Prelado consideró que apoyar a las familias inmigrantes puede ser "nuestra esperanza más clara para la restauración de la cultura cristiana en los Estados Unidos" a la luz de la desintegración familiar y la decadencia cultural que afecta todo el país.
"Espero que Estados Unidos pueda llegar a ser una civilización del amor. Promover la vida familiar a través de la ley de inmigración es una forma de promover una civilización del amor y de la cultura de la vida", indicó.
El Arzobispo pidió no considerar a los inmigrantes "únicamente a través de una lente financiera" como trabajadores con potencial económico, sino como miembros de las familias "esenciales para nuestro orden social".
La inmigración ha tenido un impacto sobre la vida personal del arzobispo. Sus cuatro abuelos vinieron de "el mismo pequeño pueblo de Sicilia," a veces siguiendo sus propios padres a los EE.UU.
"Ellos dejaron todo lo que tenían porque necesitaban lo que Estados Unidos tenía que ofrecer: La perspectiva de puestos de trabajo, de estabilidad, de las escuelas, y los médicos, y suficiente comida para alimentar a sus hijos", señaló.
Mons. Aquila también recordó que "Jesucristo era un inmigrante. Si encontramos formas para dar la bienvenida a los inmigrantes que nos rodean, respetar su dignidad y libertad, tratarlos con justicia – daremos la bienvenida a Jesucristo y la Sagrada Familia. Cualquier cosa que hagamos por los inmigrantes entre nosotros, lo hacemos por Cristo, Nuestro Señor".