Al Papa Francisco, que siempre ha sido un gran enemigo de la corrupción, le gustaría visitar "tan pronto como sea posible Sicilia", la región más afectada por la mafia en Italia.
La historia se remonta a la Misa que celebró e Papa Francisco el pasado 17 de marzo en la parroquia vaticana de Santa Ana, a cuya salida, rodeado por cientos de fieles, también esperaba el sacerdote italiano Padre Pasquale Di Dio acompañado de otro sacerdote, un argentino amigo del Santo Padre.
En ese momento y entre la multitud, el Papa reconoció a su compatriota y lo invitó a entrar a la Misa. Ocasión que aprovechó el Padre Di Dio para "colarse" en la ceremonia.
"Yo lo seguí. Y me dejaron acceder a la iglesia de Santa Ana para disfrutar de la Misa del Papa", refirió el Padre Di Dio el 2 de abril en una entrevista concedida a ACI Prensa.
Al finalizar la Misa, el Padre Di Dio entregó una carta a Mons. Alfred Xuereb, quien es miembro de la Casa Pontificia y sirve como secretario al Papa Francisco en estos primeros días de pontificado. "En la carta, le pedía bendiciones especiales al Papa para mi familia", explicó el sacerdote.
El 1 de abril el Padre Di Dio recibió una llamada temprano. No podía creerlo. Escuchó al otro lado del teléfono la voz de Mons. Xuereb. Le llamaba porque el Papa había leído su carta y quería invitarlo el 2 de abril a él y los suyos a una Misa en la Casa Santa Marta.
La Misa con el Papa comenzaba a las 07:30 am y tenía menos de 24 horas para encontrar billetes de avión y volar desde Sicilia a Roma. La isla italiana está a más de 900 kilómetros de Roma. Finalmente lo consiguió.
Después de celebrar Misa, el Papa invitó al sacerdote y su familia a desayunar y disfrutaron de una agradable conversación. El Padre Di Dio le habló de su diócesis en Sicilia y de su Arzobispo en Moreale, Mons. Michele Pennisi, a quien Francisco enseguida llamó por teléfono.
En la llamada el Papa Francisco aseguró al Prelado oraciones para su diócesis y le aseguró que "desea visitar Sicilia, tan pronto como sea posible".
Sicilia ha sido escenario de diversas amenazas y asesinatos cometidos por la mafia, como el ocurrido en 1993 cuando asesinaron frente a su parroquia en Palermo al Padre Giuseppe "Pino" Puglisi, que fue un férreo defensor de los niños de Palermo usados por la mafia siciliana para distribuir heroína y otras drogas.
Don "Pino" organizó un hogar para salvar a cientos de niños del barrio Brancaccio de Palermo, donde él mismo nació. Su compromiso obstaculizó los planes de la mafia. Fue asesinado por sicarios el 15 de septiembre de 1993, el mismo día en que cumplía 56 años.
En junio de 2012, el hoy Obispo emérito de Roma Benedicto XVI reconoció que el sacerdote murió como un mártir de la fe.
El Vaticano no se ha pronunciado sobre el posible viaje del Papa a Sicilia y hasta el momento en agenda para este año solo está el viaje del Papa Francisco a Río de Janeiro, Brasil, para la Jornada Mundial de la Juventud que se realizará entre el 23 y el 28 de julio.