La líder y portavoz de las Damas de Blanco, Berta Soler, ha declarado hace unos días, durante la conferencia celebrada en Madrid sobre la campaña ciudadana "Por otra Cuba", que la represión en el país, lejos de ser suavizada, se está recrudeciendo.
Aludiendo al aniversario de la Primavera Negra, de la que la pasada semana se cumplieron diez años, Soler ha afirmado que "en Cuba nada ha cambiado".
"Durante estos años la oposición interna ha crecido en Cuba, pero el Gobierno cubano cada día es más fuerte contra los activistas de Derechos Humanos", ha lamentado. Las autoridades cubanas "cada día, cada hora, fortalecen su brazo represivo", ha añadido.
La portavoz ha querido denunciar la fuerte represión que siguen sufriendo las Damas de Blanco. "El día 20 de marzo, siete Damas de Blanco de la ciudad de Cárdenas (en la provincia cubana de Matanzas), fueron brutalmente llevadas a coches de patrulla y, al llegar a una gasolinera, les quemaron sus jerséis con la imagen de Laura Pollán Toledo (fundadora de las Damas de Blanco, que murió el 14 de octubre de 2011). Dos de ellas fueron golpeadas", ha descrito.
Soler ha informado que muchas de las nuevas integrantes son arrestadas y humilladas por las autoridades cubanas con el objetivo de que se asusten y dejen la organización.
"A las mujeres nuevas las conducen a prisión, las desnudan delante de las funcionarias y las obligan a hacer cuclillas. Esto lo hacen para que tengan miedo y salgas de las Damas de Blanco", ha explicado.
La líder de las Damas de Blanco también ha destacado que las Damas de Blanco están muy comprometidas con la campaña ciudadana que este martes se ha presentado en Madrid.
"Estamos muy comprometidas con esta campaña. Muchas Damas de Blanco, a título personal, están entregando demandas ciudadanas al pueblo y también están recogiendo firmas".
Soler, que llegó a España el pasado 11 de marzo en su primer viaje al extranjero después de obtener su pasaporte con la nueva reforma migratoria, ha aprovechado su visita para reunirse con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y con el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo.