Al concluir el Via Crucis alrededor del Coliseo de Roma en el que participaron miles de personas, el Papa Francisco pronunció un breve discurso en el que señaló que la Cruz es la palabra, la respuesta que Dios –que es todo amor y perdón– ante el mal en el mundo.
A continuación el texto completo del Santo Padre:
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Queridos hermanos y hermanas.
Les agradezco por su numerosa participación en este momento de oración intensa. Agradezco también a quienes se han unido a nosotros a través de los medios de comunicación, en particular a los enfermos y los ancianos.
No quiero agregar muchas palabras, porque en esta noche tiene que permanecer una sola palabra, que es la misma Cruz. La Cruz de Jesús es la palabra con la que Dios ha respondido al mal en el mundo.
A veces nos parece que Dios no responde al mal y se queda en silencio. En realidad, Dios ha hablado y respondido; y su respuesta es la Cruz de Cristo. Una a palabra que es amor, misericordia, perdón.
Y es también Juicio. Dios nos juzga amándonos, Dios nos juzga amándonos: si recibo su amor me salvo, si lo rechazo me condeno. No por Él sino por mí mismo, porque Dios no condena sino que ama y salva.
La palabra de la Cruz es la respuesta de los cristianos al mal que sigue actuando en nosotros y alrededor nuestro. Los cristianos tienen que responder al mal con el bien tomando sobre sí mismos la Cruz como Jesús.
Esta noche hemos escuchado el testimonio de nuestros hermanos del Líbano, quienes han escrito estas hermosas meditaciones. Les agradecemos por este servicio y sobre todo por este testimonio que nos han dado. Vimos cuando el Papa Benedicto fue al Líbano, hemos visto la belleza y la fuerza de la comunión de los cristianos de esas tierras y la amistad de tantos hermanos musulmanes y de tantos otros.
Fue un signo para Medio Oriente y para el mundo entero. Un signo de esperanza. Entonces, continuemos este Vía Crucis en la vida cotidiana de todos los días, caminemos juntos en la vía de la Cruz, caminemos llevando en el corazón esta palabra de amor y de perdón. Caminemos esperando la resurrección de Jesús que nos ama tanto, que es todo amor.