El Director de la Sala de Prensa del Vaticano, Padre Federico Lombardi, señaló que ayer Jueves Santo el Papa Francisco llamó por teléfono al Obispo Emérito de Roma, Benedicto XVI, luego de celebrar la Misa Crismal en la Basílica de San Pedro a la que asistieron unos 1600 sacerdotes.
El Padre Lombardi explicó en conferencia de prensa que el Santo Padre llamó a Benedicto XVI y "ha sido una larga e intensa conversación telefónica con el sentido de la comunión, luego del momento de la gran celebración comunitaria con todos los sacerdotes".
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"Ha sido una llamada muy bella, intensa y significativa", dijo al respecto el secretario Mons. Alfred Xuereb.
Luego de la conversación, el Papa almorzó con 7 sacerdotes, como signo de comunión y de fraternidad sacerdotal. Uno de ellos es responsable de Cáritas, otro se ocupa de la pastoral, otro era un sacerdote con discapacidad en silla de ruedas, otro forma profesionalmente a muchachos, y otro de los sacerdotes es un director espiritual de muchos otros sacerdotes.
El almuerzo se realizó en el departamento del sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano, Mons. Angelo Becciu: "un almuerzo con una bella conversación porque eran sacerdotes que tenían muchas historias por contar muy interesantes sobre su actividad.
El Papa ha estado muy contento por la ocasión de encuentro y de compartir con este grupo de sacerdotes romanos, bastante significativo".
El Padre Lombardi explicó algunos detalles de la celebración de la Pasión de hoy, Viernes Santo, como por ejemplo que la homilía no será pronunciada por el Papa sino por el predicador de la Casa Pontificia, el Padre Raniero Cantalamessa y que las meditaciones del Via Crucis han sido preparadas por algunos jóvenes libaneses bajo la guía del Patriarca Maronita, Bechara Boutros Rai.
Esta iniciativa se propuso cuando Benedicto viajó al Líbano en septiembre de 2012, por lo cual las meditaciones de este año "reflexionan mucho sobre la tradición de los Padres y las liturgias orientales y sobre la exhortación 'Ecclesia in Medio Oriente'".