El Obispo de Orihuela-Alicante (España), Mons. Jesús Murgui, exhortó a los sacerdotes de su diócesis a servir y dar la vida por el pueblo de Dios, durante la Misa crismal que presidió esta mañana en Lunes Santo.
Según señala la nota de la oficina de prensa de la diócesis de Orihuela-Alicante enviada a ACI Prensa, el Obispo presidió esta Eucaristía en la Concatedral de San Nicolás de Alicante, acompañado del Obispo Emérito, Mons. Rafael Palmero.
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En la homilía de la Misa Crismal, en la que los sacerdotes de una diócesis renuevan sus promesas y en la que se bendice el crisma (aceite) para los sacramentos, el Obispo exhortó a sus sacerdotes: "sirvan y den la vida por el pueblo de Dios que peregrina en estas nobles tierras".
"Debemos reanudar nuestra fe en esa fuerza de Dios que habita en nosotros", alentó el Prelado.
El Obispo también dedicó unas palabras al Obispo Emérito de Roma, Benedicto XVI y dio gracias por el "regalo de los últimos acontecimientos eclesiales que debemos agradecer como impagable ayuda a nuestra fe: el final de Benedicto XVI y el principio del Papa Francisco".
Sobre Benedicto XVI destacó que "ha hecho público que Cristo es quien guía y sostiene la Iglesia" y del Papa Francisco que "no ha huido de la Cruz y se ha abrazado a ella en señal de puro servicio, sencillez y preocupación por los más pobres y por la paz".
La palabra crisma proviene de latín: chrisma, que significa unción. Así se llama al aceite y bálsamo mezclados –y que le dan el nombre a la Misa Crismal– que el Obispo consagra para ungir a los nuevos bautizados y signar a los confirmados. Con él también son ungidos los Obispos y los sacerdotes en el día de su ordenación sacramental.