El Padre Marcelo Pettinaroli, párroco de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen en la Villa Urquiza en Buenos Aires, reveló algunas características de la vida de oración del Papa Francisco y recordó que enseñaba a rezar a los seminaristas y que siempre cuidó de los sacerdotes.
En entrevista con ACI Prensa en su Parroquia en la Villa Urquiza, el también exdirector de la Casa Introductoria del Seminario de Buenos Aires, el sacerdote resaltó la cercanía del antes Cardenal Bergoglio con los seminaristas, y cómo le "cambió la vida" cuando él actual Papa le pidió encargarse de su formación.
Francisco, dijo, solía visitar con frecuencia el seminario y "pasaba su semana libre en la Montonera, el lugar donde los seminaristas pasaban sus vacaciones. Podríamos decir que conoce perfectamente a todo el clero en Buenos Aires y hasta conoce perfectamente a los seminaristas".
El Santo Padre, relató, "les ha contado a los seminaristas numerosas veces como es su vida espiritual en oración y ellos les preguntaban sobre su vida".
"Es un hombre que le gusta levantarse muy temprano para rezar, porque tiene un tiempo fuerte de oración, se va a dormir muy temprano para poder llevar adelante esa vida de oración" y es por eso que no le gusta las reuniones sociales".
El Papa, explicó el Padre Pettinaroli, "es un hombre muy espiritual que sabe mirar todo con ojos de fe, muy entregado, muy simple, trata de no aparecer, se mantiene callado, puede estar en una reunión horas escuchando sin tener ningún tipo de participación, aprendiendo, acompañando en lo que sucede".
Tras recordar que al principio "era un total desconocido" cuando fue nombrado Obispo Auxiliar de Buenos Aires para la vicaría de Flores, el sacerdote dijo que Francisco "al poco tiempo se hizo querer por todo el clero".
Recordó que era muy cercano con todos y "ante cualquier necesidad ese mismo día se comunicaba telefónicamente con nosotros y como mucho en dos o tres días, ya nos daba una entrevista para verlo, por lo tanto teníamos una posibilidad de accesibilidad a él enorme".
Luego de contar que el Papa siempre cuidó con cariño a los sacerdotes, también a los retirados y quienes optaron por dejar los hábitos, el Padre Pettinaroli dijo que el Santo Padre "es una persona que te escucha mucho y después te puede entregar la palabra justa".
"Tiene una enorme capacidad de discernimiento, daba una palabra de aliento, uno siempre sale muy bien de la charla personal con él", precisó.
"Él siempre estaba disponible para acompañar en las fiestas patronales, pero no hay duda que ha tenido una mayor cercanía con las villas (barrios pobres). Se hacía un tiempo especial para acompañar a la realidad más carenciada, a la periferia de la ciudad tenía una mayor cercanía y presencia", aseguró.
El sacerdote dijo además que el Papa, consagraba todos los años a la ciudad a la Virgen de Luján, la Patrona de Argentina.
El Padre Pettinaroli señaló que "uno percibe la gracia que está brotando gracias a la elección del Papa Francisco para la Iglesia Universal, y las repercusiones que está teniendo para el país y para la diócesis, hay gente que está viniendo a confesar, las Iglesias están llenas de gente, yo creo que es un tiempo de gracia muy especial, para la iglesia universal y para la Iglesia en Argentina".
"El Papa Francisco ha generado una corriente de simpatía, Dios quiera que esto dure, porque cuando uno plantea el Evangelio, y eso lo sabemos por lo que pasa acá, no siempre va ha ser bien aceptado, uno se fascina por la frescura del Evangelio pero también sabemos que el Evangelio es exigente y que muchas veces los hombres nos cerramos a las verdades del mismo", afirmó.
Aunque entre los fieles locales, dijo, existe una "sensación de orfandad, nuestro Obispo al que sabíamos teníamos cerca ya no está, pero por otro lado como Obispo de Roma, uno lo siente muy presente y todo lo que siempre dijo, lo está repitiendo con una mayor fuerza desde la Cátedra de Pedro".
Con respecto a las difamaciones que circulan en los medios sobre el Papa Francisco en la época de la dictadura dijo que "no hay que darle más transcendencia a estas denuncias".
El Papa, precisó, "es una figura intachable para lo que lo hemos conocido, siempre han intentado mancharlo con esta historia pasada y no ha aparecido nunca una prueba concreta sobre esto, simplemente es una calumnia".