Una persona de aproximadamente 35 años y con aparentes alteraciones mentales ingresó la noche del sábado a la iglesia del Sagrario, ubicada al costado de la Catedral de Lima (Perú), y comenzó a disparar al techo cuando se celebraba una boda, tomando prisionero al sacerdote y amenazando con hacer estallar una bomba que llevaba en el pecho.
La persona, de nombre Gerson Urrutia Machuca, salió a la puerta del templo junto con el sacerdote y tras decir algunas palabras soltó el arma y fue detenido por los policías, mientras la gente que asistía a la boda abandonaba la iglesia con temor.
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En breves declaraciones a los medios Urrutia dijo que no se arrepiente de lo que ha hecho: "no me arrepiento. Jamás uno se arrepiente de una promesa. No sirve de nada", dijo.
Urrutia, que luego fue llevado a la comisaría de San Andrés, había anunciado este ataque desde su cuenta de Facebook, donde dijo que "daría un gran golpe" y lanzó una serie de acusaciones e insultos contra la Iglesia.
"Busco justicia a costa de mi propia vida. Que Dios juzgue mis palabras y mis actos", escribió, expresando que pensaba morir en el atentado.