El Nuncio Apostólico en Argentina, Mons. Emil Paul Tscherrig, presidió ayer una Misa de acción de gracias por el Papa Francisco, en la Catedral Primada de Buenos Aires, iniciando así un periodo de tres días de oración por su elección antes de la Eucaristía de inauguración del pontificado este martes 19 de marzo en el Vaticano.
A la celebración asistieron cientos de fieles que participaron llenos con profunda devoción y alegría manifestada a través de los aplausos que en repetidas veces hicieron como muestra de cariño y agradecimiento a Padre Bergoglio, como solían llamarle, por su entrega a la Iglesia en Argentina.
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El primer aplauso duró más de un minuto cuando al iniciar la homilía el Nuncio recordó cómo fueron esos "momentos de emoción y espera" cuando pronunciaron el nombre de Cardenal Jorge Mario Bergoglio, ahora Papa Francisco.
El Nuncio dijo que están reunidos en la Catedral para "agradecer a Dios el gran don que hizo a su Iglesia en la persona del Arzobispo de Buenos Aires y primado de la Iglesia" y resaltó que en el año que él tiene como representante del Papa en Argentina, ha sido tiempo suficiente para "admirar y apreciar la alta caridad espiritual y humana de este Arzobispo inteligente y lúcido, hombre de justicia, simple y humilde, cercano a la gente".
Mons. Tscherrig subrayó que cuando Francisco pidió que rezaran por él antes de dar la bendición apostólica a miles de personas, fue "un gesto insólito de humildad con el fin de recibir por intersección de los fieles la bendición del Señor".
"¿Quién no recuerda el insistente pedido que acompañaba cada uno de sus saludos y que concluía en cada una de sus cartas?", recordó el Nuncio a los fieles y repitiendo dos veces dijo "recen por mí, recen por mí".
El Nuncio hizo un llamado a que "hoy queridos hermanos queremos prometer que continuaremos rezando por nuestro Papa Francisco y acompañándolo en la difícil misión que el Señor le ha confiado con nuestro amor y amistad".
"También le enviamos a Roma, nuestra profunda gratitud por todo el bien que ha hecho por la Iglesia en Argentina, por su calidad pastoral y por el ejemplo de su vida".
Posteriormente el Arzobispo dijo que "cada vez que el Señor nos da un nuevo Papa, nos ofrece también a nosotros como Iglesia un nuevo comienzo, nos recuerda que nosotros también somos un pueblo peregrino en camino hacia la meta definitiva de nuestra vida que no es en este mundo".
"En este camino el Papa es nuestro guía que tiene la función de confirmarnos en la fe", señaló el Nuncio y agregó que "ahora el Papa Francisco en su primer discurso a los cardenales dejó señalado cual es el camino. Caminar siempre en presencia del Señor".
"Para el Papa por lo tanto no se trata de un caminar cualquiera, sino el caminar en la luz del Señor" y señaló que Francisco está en la línea de Benedicto XVI que invitaba a retornar al Señor.
También recordó las palabras del Papa donde indicó si al Iglesia no confiesa a Cristo será una ong y no Iglesia. El Nuncio invitó a que "caminemos junto con él (Papa) con la Luz de Jesucristo" y a dar testimonio al reconocer en el pobre el rostro de Cristo. "El Papa Francisco es "un hombre de profunda fe y un cristiano sin compromiso".
Al concluir, leyó una frase que el Pontífice escribió cuando era un joven estudiante, poco antes de su ordenación sacerdotal y que según el Nuncio refleja lo que Francisco ha sido siempre.
"Creo en mi historia que fue traspasada por la mirada de amor de Jesús y espero las sorpresas de cada día en que se manifestará el amor, la fuerza, la tentación y el perdón que me acompañará hasta el encuentro definitivo con este rostro maravilloso que no sé cómo es y que le escapé continuamente pero que quiero conocer y amar".
Luego de leer la frase el Nuncio pidió la intersección de la Señora de Luján para que proteja al Papa y dijo "Viva el Papa Francisco", a lo que la gente grito ¡Viva! y aplaudió nuevamente.