Los 115 cardenales electores eligieron hoy al Cardenal Jorge Mario Bergoglio, de 76 años de edad, hasta hace unas horas Arzobispo de Buenos Aires (Argentina), como Pontífice. El elegido ha tomado el nombre de Francisco.
El ahora Papa Francisco nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936. Estudió y se diplomó como técnico químico, pero al decidirse por el sacerdocio ingresó en el seminario de Villa Devoto.
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El 11 de marzo de 1958 pasó al noviciado de la Compañía de Jesús, estudió humanidades en Chile, y en 1960, de regreso a Buenos Aires, obtuvo la licenciatura en Filosofía en el Colegio Máximo San José, en la localidad de San Miguel.
Entre 1964 y 1965 fue profesor de Literatura y Psicología en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fe, y en 1966 dictó iguales materias en el Colegio del Salvador de Buenos Aires. De 1967 a 1970 cursó Teología en el Colegio Máximo de San Miguel, cuya licenciatura obtuvo.
El 13 de diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote. En 1971 hizo la tercera probación en Alcalá de Henares (España), y el 22 de abril de 1973, su profesión perpetua.
Fue maestro de novicios en la residencia Villa Barilari, de San Miguel (años 1972/73), profesor en la Facultad de Teología y Consultor de la Provincia y Rector del Colegio Máximo.
El 31 de julio de 1973 fue elegido provincial de la Argentina, cargo que ejerció durante seis años. Estuvo en Alemania, y al volver la superioridad lo destinó al Colegio del Salvador, de donde pasó a la iglesia de la Compañía, de la ciudad de Córdoba, como director espiritual y confesor. Entre 1980 y 1986 fue Rector del Colegio Máximo de San Miguel y de las Facultades de Filosofía y Teología de la misma Casa.
El 20 de mayo de 1992, Juan Pablo II lo designó Obispo Titular de Auca y Auxiliar de Buenos Aires. El 27 de junio del mismo año recibió en la Catedral primada la ordenación episcopal, y fue promovido a Arzobispo Coadjutor de Buenos Aires el 3 de junio de 1997.
De dicha sede arzobispal es titular desde el 28 de febrero de 1998, cuando se convirtió en el primer jesuita que llegó a ser primado de la Argentina. Sucedió en el cargo al Cardenal Antonio Quarracino.
Era Ordinario para los fieles de rito oriental residentes en la Argentina y que no cuentan con Ordinario de su propio rito. En la Conferencia Episcopal Argentina ha sido vicepresidente (2002-2005); y como miembro de la Comisión Ejecutiva ha sido miembro de la Comisión Permanente representando a la Provincia Eclesiástica de Buenos Aires.
Ha integrado, además, las comisiones episcopales de Educación Católica y de la Universidad Católica Argentina, de la que es Gran Canciller.
Creado Cardenal presbítero el 21 de febrero del 2001; recibió la birreta roja y el título de San Roberto Belarmino. Asistió como Relator General Adjunto a la X Asamblea Ordinaria del Sínodo de Obispos, Ciudad del Vaticano realizado del 30 de setiembre al 27 de octubre de 2001.
Asimismo, integraba el Pontificio Consejo para la Familia, la Comisión para América Latina (CAL) y el Consejo Ordinario de la Secretaría General para el Sínodo de los Obispos. Participó en el cónclave del 18 y 19 de abril de 2005.
Asistió a la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, Ciudad del Vaticano, 2 al 23 de octubre de 2005. Miembro del consejo post-sinodal de la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos. El 9 de noviembre de 2005 fue electo Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina para el trienio 2005-2008.
En la Santa Sede era miembro de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos; de la Congregación para el Clero; de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica; y del Pontificio Consejo para la Familia.
Es uno de los cinco hijos de un matrimonio italiano de clase media formado por Mario, empleado ferroviario, y Regina Sívori, ama de casa. Entre sus escritos figuran Meditaciones para religiosos (1982), Reflexiones sobre la vida apostólica (1986), Reflexiones de esperanza (1992).