La líder de las Damas de Blanco, la activista cubana Berta Soler, ha advertido de que mientras el Gobierno de Raúl Castro aprueba "reformillas" como la nueva ley migratoria, la represión contra la oposición "se recrudece", hasta el punto de que podría ser considerada "terrorismo de Estado".
Soler, que este lunes ha llegado a Madrid desde La Habana, se ha mostrado esperanzada por visitar "un país donde hay libertades y democracia". Su viaje se enmarca dentro de las visitas internacionales que realizan varios disidentes cubanos desde la entrada en vigor, a mediados de enero, de la reforma migratoria.
La líder de las Damas de Blanco ha querido aclarar que su viaje no es fruto de la bondad del régimen castrista, sino de la "presión internacional".
En este sentido, ha restado importancia a la "reformilla migratoria", toda vez que los "requisitos" impuestos antes de este cambio para obtener el permiso de salida ('carta blanca') se aplican ahora para negar la concesión del pasaporte o la salida del país.
Soler ha advertido, en una entrevista a Europa Press, de que el Gobierno sigue teniendo un "filtro" para vetar los viajes y ha citado el caso de su marido, Ángel Moya, que no pudo obtener el pasaporte por tener una condena en vigor. Moya es uno de los opositores detenidos durante la Primavera Negra de marzo de 2003 y, aunque se benefició de un programa de excarcelaciones, su salida de prisión no ha supuesto un indulto.
Las Damas de Blanco agrupa a esposas de presos de la Primavera Negra y Soler considera que, aunque ya todos han abandonado la cárcel, sus condenas siguen en vigor y la lucha no ha terminado.
"Estamos por la libertad de los presos políticos y también por los Derechos Humanos", ha explicado, antes de apuntar que "todos los cubanos son familia" y, como tal, las Damas de Blanco luchan también por las libertades de toda la ciudadanía.
Soler ha recalcado que "la represión se recrudece" en Cuba. Para la líder opositora, el Gobierno de Raúl Castro perpetra "terrorismo de Estado" contra quienes no comulgan con las ideas del régimen. Ahora, según Soler, los opositores no solo reciben "golpes" en la cárcel, sino también en la calle, "para infundir miedo" entre la población.
Las integrantes de las Damas de Blanco han sufrido los abusos del Gobierno, ha denunciado la líder de este grupo, que ha lamentado que el régimen actúe "impunemente".
En este sentido, ha pedido "presión" a la comunidad internacional, para "no dar oxígeno" al Ejecutivo castrista, una petición que confía en transmitir personalmente a autoridades políticas en España.
Respecto a la futura salida del poder de Raúl Castro, Soler ha apuntado que "todo es igual", ya que al margen de las caras, sigue sin haber "elecciones libres". Un régimen castrista sin hermanos Castro será "más de lo mismo" si no se producen cambios y "se resuelve la necesidad del pueblo", ha apostillado.
"Dedo acusador"
En este escenario represivo, Soler ha defendido la necesidad de que siga adelante un grupo como las Damas de Blanco, con su "dedo acusador" apuntando directamente a la actividad del régimen.
Entre las sucesos denunciados por las Damas de Blanco figuran la muerte de los opositores Oswaldo Payá y Harold Cepero y la posterior condena contra el español Ángel Carromero, condenado por homicidio imprudente.
Para Soler, tanto la muerte de Payá y Cepero como la de la anterior líder de las Damas de Blanco, Laura Pollán, podrían ser fruto de la actividad del régimen. Soler ha sugerido que el accidente de tráfico en el que perdieron la vida Payá y Cepero fue provocado y ha preguntado por qué fue la policía política la que avisó de la muerte de Pollán desde el hospital donde ésta estaba ingresada.
Muerte de Chávez
Cuba se ha visto salpicada estos días por homenajes en memoria del presidente venezolano, Hugo Chávez, uno de los principales aliados políticos de la isla. Sin embargo, según Soler, el fallecimiento de Chávez "importa a Fidel y Raúl, pero no al pueblo".
Soler ha denunciado que los cubanos de a pie no se han beneficiado del petróleo llegado en los últimos años desde Venezuela y que terminaba sirviendo como combustible para vehículos de la seguridad del Estado. Entretanto, "había ambulancias que no podían salir" por falta de gasolina, según esta activista.
"Nosotros no nos alegramos de la muerte de Chávez, pero tampoco la lamentamos", ha indicado Soler, al recordar que el difunto presidente venezolano "aplaudía la represión" contra la disidencia en Cuba.