Al presidir una Misa en las Catacumbas de la Basílica de San Pedro, el Arzobispo de Nueva York (Estados Unidos), Cardenal Timothy Dolan, afirmó que la Eucaristía "es lo que hace a la Iglesia vivir y es más importante que elegir un Papa".
Ante los periodistas de Estados Unidos que se encuentran en el Vaticano para cubrir los detalles de la Sede Vacante y el próximo Cónclave, el Arzobispo de Nueva York aseguró que la Eucaristía "es mucho más importante para las vidas de cientos de millones de católicos que asistieron a la Misa dominical esta mañana".
La Misa, subrayó, "nos ayuda a entender la propia naturaleza del papado".
El Cardenal recordó que "San Pablo dice 'les transmito lo que yo mismo he recibido'", e indicó que "esa es la propia naturaleza del papado, transmitir fielmente lo que Dios dijo a Jesús, lo que Jesús dijo a sus apóstoles y lo que sus apóstoles nos han entregado tradicionalmente".
Durante su homilía, el Cardenal Dolan aseguró que "la Iglesia está en el negocio de cambio a lo grande".
En respuesta a las consultas hechas por muchos periodistas sobre si él cree que el nuevo pontífice haría cambios en la Iglesia, el Arzobispo estadounidense aseguró que "Jesús nos llama primero y por sobre todo no a cambiar estructuras, sino a dejar que Dios nos cambie por dentro".
El Cardenal subrayó que todos necesitamos cambiar por dentro, a lo que llamó "conversión, arrepentimiento y renovación espiritual", así como "el corazón del Evangelio".
El Arzobispo de Nueva York explicó que las personas de la época de la vida pública de Jesús estaban tratando de entender lo que Dios les decía cuando tenían tragedias.
"Ellos estaban tratando de entender, así como nosotros tratamos de entender las tragedias, la enfermedad y el sufrimiento en nuestra vida", dijo.
El Purpurado indicó que "Jesús, por supuesto, nos lleva de vuelta a lo básico cuando dijo 'saben, es importante escuchar a todos' y su arrepentimiento".
El Cardenal Dolan aconsejó que es importante "no siempre tratar de descifrar la voluntad de Dios todo el tiempo, sino tratar de descifrar lo que Dios te está pidiendo dentro".
"Es un llamado a renovar tu vida, a arrepentirte de corazón y a la conversión del alma", añadió.