Los obispos católicos de Tierra Santa, encabezados por el Arzobispo Fouad Twal, Patriarca Latino de Jerusalén, en un mensaje dirigido al Papa Benedicto XVI en nombre de todo el pueblo de Israel, Palestina, Jordania y Chipre, y en compañía de todos los creyentes que viven en esta región: judíos, cristianos, musulmanes, drusos, recordaron al Pontífice como hombre de paz, y señalaron "como Jesús en el Getsemaní: hágase la voluntad del Padre".
Todos los cristianos: católicos, ortodoxos, anglicanos, protestantes o, sobre todo, los fieles de nuestras diócesis y eparquías expresan con el corazón su agradecimiento, según se lee en el texto, que recuerda además las dos visitas del Papa (mayo de 2009 y junio de 2010) y la exhortación apostólica "Ecclesia in Medio Oriente", resultado del Sínodo sobre el Medio Oriente que se llevó a cabo en Roma en el otoño de ese mismo año.
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En aquella ocasión, recuerda el mensaje, Benedicto XVI "pidió a todos que no tuviéramos miedo de caminar en libertad y en verdad por senderos difíciles y que atravesáramos la puerta estrecha que conduce a una cultura de paz, basada en gestos reales de perdón recíproco y reconciliación de los corazones".
"En compañía de nuestros fieles, estamos llenos de gratitud porque nos has animado para ser las llamas encendidas que iluminan el Cenáculo y los lugares santos cristianos, y para construir un puente de diálogo y de colaboración constructiva".
Los Ordinarios de Tierra Santa indicaron que será difícil olvidar la fe genuina de Benedicto XVI, su "sentire cum Ecclesia" (sentir con la Iglesia), su sentido del deber en la absoluta fidelidad y en la dedicación, su ejemplo de honestidad intelectual, de sencillez y de profunda humildad.
A la luz de los últimos sucesos, afirman, suenan como una invitación a la esperanza las palabras de la Exhortación apostólica de 2010: "el Sucesor de Pedro, que soy yo, no olvida las tribulaciones y los sufrimientos de los fieles de Cristo y, sobre todo, de los que viven en el Medio Oriente".