“Únanse a nosotros en la oración, y que Dios ilumine a los jueces israelíes”, expresó el P. Abuna Mario Cornioli, sacerdote de Deit Jala que el 8 de febrero celebró una Misa pidiendo para que la justicia israelí no permita la construcción de un muro de separación en Belén.
Según informó la agencia Fides, la próxima semana la Corte de Apelaciones de Tel Aviv (Israel), debería pronunciarse sobre los recursos que recibió contra la prolongación de los trabajos del muro, presentados por los propietarios de los terrenos afectados, incluida la Casa de los Salesianos de la zona.
El sacerdote dijo que solo una mente “enferma puede haber trazado este vergonzoso muro de división”, que “no tiene ningún motivo de seguridad en esta zona, sino que sirve solo para robar la tierra de nuestras familias y para destrozar y hacer imposible la vida de nuestra comunidad”.
Advirtió que el muro devastaría “uno de los ambientes naturales más bellos de toda la Tierra Santa” y con su construcción serían expropiados los terrenos de más de 50 familias cristianas.
El convento de los Salesianos de Cremisan, explica el sacerdote, domina el valle desde 1885 “y sus vides siempre han dado sombra y buen vino para nuestra gente. También los olivos ofrecen su fruto y su aceite a muchas familias que podrían perder las fuentes para tener un ingreso seguro y cierto”.