El Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Cardenal Rubén Salazar, condenó el estallido de dos coches bomba puestos por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en el Cauca el pasado martes y señaló que este grupo narcoterrorista no da muestras claras de querer la paz para el país.
"Hay que lamentar profundamente el hecho de que la guerrilla no esté dando muestras claras de que quiere la paz. Parece ser que una cosa es lo que se está ventilando en las conversaciones en La Habana y otra es lo que ellos están mostrando aquí, en el país", declaró a la prensa.
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El también miembro del Consejo Pontificio Justicia y Paz dijo que el atentado en el Cauca que dejó un muerto fue un "atropello terrible contra la población civil". "Es un crimen absolutamente abominable y condenable, es el hecho de que las FARC están creando una reacción muy fuerte en el país, pues en lugar de ambientar la paz, están intentando crear un clima adverso y eso me parece que realmente no es conveniente", señaló.
Por su parte, el Arzobispo de Popayán, Cauca, Mons. Iván Marín, dijo que no se explica "cómo la guerrilla puede presentar una bandera de paz, de ayudar al pueblo, cuando a la vez está haciendo tanto daño a las comunidades más marginadas, porque el número de poblaciones y comunidades sufridas es inmenso, sobre todo en el Cauca, en municipios como Miranda, Corinto, Caloto, Caldono, Argelia".
"Puede ser que en la mesa de diálogos en La Habana las cosas vayan bien, pero en la realidad de nuestro pueblo hay mucho sufrimiento, mucho dolor, por eso hago un llamado a las FARC para que tomen en serio el camino de la paz", expresó a la prensa.