El Obispo de Gualeguaychú (Argentina), Mons. Jorge Eduardo Lozano, ofreció en su columna semanal algunas sugerencias para disfrutar las vacaciones y aprovechar el tiempo libre con "otra mirada, quizás más despejada o menos apremiada por horarios y obligaciones".
El Prelado propuso "ir a visitar a algún familiar o amigo que hace rato no vemos. Esos encuentros nos reconfortan y ayudan a gustar de los recuerdos. Seguro que aquellos que visitamos tienen algo nuestro dentro suyo para darnos y hacernos sentir más cerca en los afectos".
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"También podemos ir a visitar algún santuario. Los hay en las ciudades, en los barrios, en las provincias. Hace un tiempo pasé un sábado a la tarde por el santuario de Nuestra Señora de Luján y había mucha gente que iba a misa y rezaba, y luego se sentaban a tomar mate debajo de las arboledas del costado del río", agregó.
Tras indicar que "en vacaciones es bueno dedicarle más tiempo a la oración. Y si es en familia, mejor", destacó que "todo lo que podamos hacer en familia es tiempo bien usado. Tiempo que transcurre la simpleza de la vida compartida. Salir a pasear, jugar a algún juego de mesa en casa".
El Obispo consideró, además, que "no debería faltarnos un tiempo dedicado a conversar tranquilos sobre cómo nos fue en el año que pasó y qué esperamos para el que recién comienza: qué expectativas tenemos, qué quisiéramos lograr, qué deseamos de nuestra familia".
"Si tenemos la posibilidad de ir de vacaciones a algún lugar de veraneo, tenemos también allí ocasión de dar gracias a Dios por tantas cosas lindas que hizo en nosotros. Y sobre todo, por el regalo de la vida y de aquellos que queremos y nos quieren", recordó.
Mons. Lozano sostuvo que "más de una de esas cosas lindas ni siquiera las registramos porque el ritmo del año de trabajo y estudio a veces no nos dejan ver con claridad esa presencia de Dios a nuestro lado".
Asimismo dijo que "verano y vacaciones pueden acercarnos a mirar hacia adentro de cada uno, percibir la compañía de Jesús en nuestro andar y agradecerle que nos haga fieles a su amistad y presencia divina".
"Leí que el viernes 1 de febrero hubiera sido el cumpleaños de María Elena Walsh. Y le agradecí a Dios en su persona por todos los poetas del mundo. La poesía le pone hondura al día a día, incursiona en modos creativos de contar la realidad, nos inventa colores, le da alas a nuestra imaginación", afirmó.
Mons. Lozano pidió también "una oración por los jóvenes que murieron hace una semana en el boliche (discoteca) ‘Kiss’ de Brasil, y sus familiares y amigos. El dolor entró de golpe en muchas familias, dejando desconsuelo, enojo, y mucho sufrimiento por la muerte temprana y absurda".