El Presidente del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Mons. Zygmunt Zimowski, alentó a reconocer en los enfermos el rostro sufriente de Cristo, y a los que padecen algún mal los exhortó a ofrecer sus dolencias por el bien de la Iglesia.
Así lo indicó el Prelado esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede durante la presentación del mensaje del Papa Benedicto XVI para la 21º Jornada Mundial del Enfermo, que se celebra el 11 de febrero, Fiesta de la Virgen de Lourdes, y su celebración solemne en el Santuario Mariano de Altötting, Alemania.
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Mons. Zimowski dijo que esta Jornada es "un momento de reflexión, de atención renovada y de compromiso por parte de todos hacia los problemas inherentes a la atención por la vida, la salud y el sufrimiento".
En particular, dijo el Prelado, el Santo Padre "subraya que su celebración debe estar fuertemente caracterizada por la oración, el compartir, el ofrecer el sufrimiento por el bien de la Iglesia, además de servir como aldabonazo para que todos reconozcan en el rostro del hermano enfermo el rostro de Cristo que, sufriendo, muriendo y resucitando, salvó a la humanidad".
En el texto el Papa invita a "dejarse interpelar por la figura del Buen Samaritano", un episodio del Evangelio que constituye una "parábola paradigmática y siempre actual para toda la obra de la Iglesia y, de forma especial, para su actuar en el campo de la salud, de las enfermedades y los sufrimientos".
En el relato "Jesús con sus gestos y palabras manifiesta el amor profundo de Dios por cada ser humano, sobre todo si está en una situación de enfermedad o de dolor", pero el Papa "pone el acento en el final de la parábola cuando el Señor concluye con una mandato apremiante: "Anda, y haz tu lo mismo".
"Se trata de un mandato incisivo porque, con esas palabras, Jesús nos indica todavía hoy cuales deben ser la actitud y el comportamiento de todos sus discípulos con los demás, especialmente si necesitan cuidados".
El Presidente del Pontificio Consejo dijo que "por lo tanto, mirando cómo actuaba Cristo podemos comprender el amor infinito de Dios, sentirnos parte de este amor y enviados a manifestarlo con nuestra atención y nuestra cercanía a todas las personas que necesitan ayuda porque están heridas en el cuerpo y en el espíritu".
"Pero esta capacidad de amar no puede venir solamente de nuestras fuerzas, sino más bien, de nuestro estar en una relación constante con Cristo, a través de una vida de fe".
"De ahí derivan la llamada y el deber de cada cristiano de ser un ‘Buen Samaritano’, y ‘buen samaritano’ es todo aquel que se detiene ante el sufrimiento del otro, toda persona sensible al sufrimiento de los demás, que se conmueve por las desgracias del prójimo, todo aquel que intenta y quiere ser ¡las manos de Dios’".
Además de Mons. Zimowski, participaron en la presentación Mons. Jean-Marie Mupendawatu, el P. Augusto Chendi, respectivamente secretario y subsecretario del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, junto con Mons. Ludwig Limbrunner, rector del Santuario de Santa María de las Gracias de Altötting.
Para leer el mensaje del Papa ingrese a: http://www.aciprensa.com/noticias/texto-completo-mensaje-del-papa-para-la-21-jornada-mundial-del-enfermo-54308/#.UQgByR03syo