El sacerdote Marcos Antonio Robayo Cárdenas, párroco de la iglesia San Martín de Porres, expresó su disposición a "perdonar" a los delincuentes que lo golpearon violentamente el 15 de enero en el cráneo, boca y ojo izquierdo cuando lo abordaron frente a su parroquia para robarle el reloj.
"Hay que perdonarlos, como decía Juan Pablo II. Si no hay perdón no se hará justicia (...) La paz se consigue primero con caridad, con justicia, y por tanto el perdón elemento esencial del amor al prójimo", expresó a la prensa local.
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Por su parte, el Ministerio Público ha implicado en este caso a Oliver Pérez (30), Wilmer Blanco (22) y Yonaikel Padrón como presuntos agresores del sacerdote.
Luego de ser golpeado el pasado 15 de enero, el sacerdote relató a Globovisión que no es la primera vez que la parroquia sufre la agresión de delincuentes, pues el año pasado fueron víctimas de 12 robos.
"Se llevaron 30 sillas la última vez, nosotros sentimos el robo, pero por seguridad no actuamos", recordó.
El P. Rovayo ha pedido a las autoridades que mejoren el alumbrado para la iglesia y en la zona, así como seguridad. En el mismo sector donde se encuentra el templo católico, se habrían producido dos asesinatos el año pasado.