Más de 30 mil personas se manifestaron el sábado 19 de enero en las inmediaciones del Parlamento irlandés en Dublín para urgir al Gobierno a que no reforme la actual ley de aborto y proteja "el derecho (a la vida) de los no nacidos".
Según señala Europa Press, la portavoz del grupo provida que convocó a la marcha, Caroline Simons, explicó que la ley irlandesa ampara a la madre y protege su vida incluso en los casos en los que no se puede salvar al bebé.
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Uno de los participantes de la multitudinaria manifestación, que se puede apreciar en el video que acompaña esta nota, señala que "creo que todo niño tiene derecho a vivir. Queremos decirle a Kenny que queremos que el aborto no entre a este país".
Otra de las asistentes señala que "el aborto es la forma más reciente de violencia contra los niños. Estoy aquí para decirle al gobierno que no lo vamos a aceptar".
El debate sobre la ley de aborto en Irlanda se reabrió en noviembre cuando una mujer embarazada de 31 años, Savita Halappanavar, falleció de septicemia. El caso fue manipulado por los promotores del aborto quienes han impulsado su agenda arguyendo que el aborto "habría resuelto" el problema.
Los activistas pro-vida precisaron en distintas ocasiones que la muerte de la mujer no fue causada por la prohibición del aborto en el país.
Savita tenía 17 semanas de embarazo cuando acudió al Hospital Universitario de Galway, la noche del 20 de octubre, por un severo dolor de espalda. Los médicos determinaron que estaba sufriendo un aborto espontáneo.
Tras enterarse que perdería a su hijo, pidió varias veces un aborto, pero se le dijo que el equipo médico no realizaría tal procedimiento mientras el corazón de su bebé aún latiera.
El 24 de octubre, el niño murió, y su cuerpo fue retirado. La madre fue trasferida a la unidad de cuidados intensivos. Para el 27 de octubre, su corazón, riñones e hígado habían dejado de funcionar, y murió al día siguiente de septicemia.
El Life Institute en Irlanda puso al descubierto la maniobra orquestada por los promotores del aborto, al planificar la difusión en los medios y la presión política tras la trágica muerte de Savita.
La vocera del Life Institute, Niamh Uí Bhriain, reveló que tienen en su poder una copia de un correo electrónico, en que se evidencia que los abortistas conocían del caso antes de que este llegara a los medios de comunicación, y "de forma muy desagradable (lo) describieron como una ‘noticia importante para los medios’".
El caso ha sido desde entonces manipulado por los abortistas quienes han marchado en varias ciudades irlandeses exigiendo la reforma de la ley al primer ministro Enda Kenny; mientras que los pro-vida recuerdan que el líder irlandés prometió durante su campaña no modificar la norma actual.