La decisión del Banco de Italia de no aceptar tarjetas de crédito de bancos extranjeros en el Vaticano ha sorprendido al director de la Autoridad de Información Financiera (AIF), René Brülhart, que reiteró la transparencia económica de la Santa Sede.
Al 1 de enero, el principal operador del Vaticano, la unidad italiana del Deutsche Bank, no había sido autorizada para gestionar tarjetas de crédito extranjeras en el pequeño estado, una medida que podría afectar a los millones de turistas que lo visitan cada año.
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En una entrevista con el diario italiano Corriere della Sera, René Brülhart expresó su sorpresa "por las medidas tomadas por el Banco de Italia para bloquear todos los servicios de tarjetas de crédito del Deutsche Bank en el Vaticano".
En julio de 2012, el Vaticano pasó por una tercera evaluación financiera a cargo del Moneyval Committee of the Council of Europe, aprobando 9 de las 16 "recomendaciones nucleares y claves", lo que Brülhart considera "buenas calificaciones".
"No tenemos problemas con otros países de Europa", aseguró el experto contra el lavado de dinero.
"Al contrario, tenemos colaboración cercana y ningún otro país en el mundo ha implementado medidas similares, por lo que estoy verdaderamente sorprendido", señaló.
Sin embargo, el 10 de enero, el Banco de Italia publicó una nota en su sitio web, diciendo "aún no se ha probado la presencia de un régimen efectivo contra el lavado de dinero", citando al reporte de Moneyval.
"La realidad es que, considerando la naturaleza particular del Estado de la Ciudad del Vaticano, se han adoptado las medidas adecuadas para la vigilancia, prevención y lucha contra el lavado de dinero y el terrorismo financiero", aseguró Brülhart, que ha sido director de la AIF desde noviembre del año pasado.
Para René Brülhart, "en algunos casos la Santa Sede ha adoptado estándares superiores y más severos para los evaluadores de Moneyval que los requeridos por la directiva".
La AIF comenzó negociaciones con 20 países tras unirse, el año pasado, a Bélgica y España en un grupo internacional de intercambio de información, llamado "Memoranda of Understanding", y se unirá a otra red internacional para el intercambio de información financiera confidencial, llamada el "Egmont Group", que incluirá a más de 130 países.
"La Santa Sede está comprometida con adoptar más medidas en los próximos meses, porque, como saben, luchar con el lavado de dinero es siempre un trabajo en progreso", indicó.