A pocos días de entrar en vigencia la reforma migratoria, el Movimiento Cristiano Liberación denunció que dos de sus miembros fueron amenazaron con machetes por personas vinculadas al Gobierno cuando iban a Majibacoa, en Las Tunas (Cuba), donde se recolectan firmas de apoyo al Proyecto Heredia, que exige reconocer el derecho a entrar y salir libremente de la isla sin las restricciones que aún posee la nueva ley migratoria.
A través de un video en su sitio de Facebook, el MCL difundió el testimonio del activista Roger Curbelo, que denunció que el martes unos siete hombres dirigidos por un agente del Gobierno lo amenazaron con machetes a él y al también activista Neidri Infante cuando iban al municipio de Majibacoa, donde desde hace un mes “están hostigando a algunos simpatizantes que tenemos en un batey que nos han apoyado con el trabajo del MCL”.
Luego de este hecho, ambos continuaron su camino hasta llegar al domicilio de Infante, quien desde hace un tiempo colocó fuera de su vivienda algunos letreros “a favor de los derechos humanos y en contra de la tiranía que existe en este país”, y que la ocasionado el hostigamiento de “la guardia operativa de este municipio con la Seguridad el Estado en diferentes ocasiones”.
Según relató Curbelo, a los minutos de llegar al domicilio de Infante, aparecieron varios miembros de las brigadas de respuesta rápida “con el propósito de amenazarnos. Llevaban recipientes con pintura y escobas para botar los carteles que estaban en las paredes de la vivienda de Neidri y nos amenazaron. Iban cuatro miembros de la policía, unos 27 de las brigadas de respuesta rápida. Algunos oficiales de la Seguridad del Estado dirigían el operativo”.
Indicó que durante los treinta minutos que duró la operación, los miembros del Gobierno arrancaron la foto de Oswaldo Payá que Infante tenía en el portal de su casa.
El Proyecto Heredia es promovido por el movimiento fundado por Oswaldo Payá. El texto fue entregado al Parlamento cubano en 2007 y requiere el respaldo de diez mil firmas para su discusión. Sin embargo, el MCL ha denunciado que constantemente el Gobierno amenaza y detiene a los activistas que recolectan estas firmas.