Hace unos días concluyó el encuentro que reunió en Belén a una delegación de obispos representantes de las diversas Conferencias Episcopales Europeas y de las Conferencias de Obispos Católicos de los Estados Unidos y del Canadá con la Asamblea de Ordinarios de Tierra Santa, con el propósito de impulsar la paz en la región y sostener a los cristianos de la región.
Los prelados se organizaron en dos grupos de trabajo. Uno de ellos viajó a Jordania para visitar los campos de refugiados sirios e iraquíes que Caritas Jordania estableció en Ammán, y mantuvieron un encuentro con los docentes y los estudiantes de la Universidad de Mádaba.
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El otro grupo realizará una visita pastoral a la franja de Gaza para conocer la realidad de los cristianos en aquella zona y tuvieron la oportunidad de visitar varios colegios católicos. De regreso a Belén, se organizó un encuentro conjunto donde los obispos participantes intercambiaron sus experiencias en Gaza y en Jordania.
Además, mantuvieron encuentros con el Patriarca Latino de Jerusalén, Su Beatitud Fouad Twal, y con el Nuncio Apostólico en Israel y Palestina, monseñor Giuseppe Lazzarotto. También se encontraron con los cónsules de naciones occidentales, acreditados en Jerusalén y con diferentes líderes religiosos, sociales y políticos tanto de Israel como de Palestina.
En un comunicado al final de la visita que concluyó el 10 de enero, los obispos expresan su preocupación por las tensiones entre Israel y Palestina, y por el conflicto que cada día desangra más a Siria.
Los prelados afirman además que "nuestra fe se ha enriquecido con el valor y la fortaleza de las personas que hemos encontrado: aquellos con los que hemos compartido una celebración de la Misa en Zarqa, Jordania; los que cuidan de los refugiados de Siria y de Irak que huyen del terror y la violencia; los que luchan contra la opresión y la inseguridad en los países que conforman la Tierra Santa".
"Hemos captado la necesidad de promover una paz justa y una llamada a las comunidades cristianas en nuestros países de origen y a las personas de buena voluntad de todo el mundo para que apoyen la labor que se lleva a cabo en esta región para construir un futuro mejor. Buenos ejemplos son los dos organismos que hemos visitado: el Servicio Católico de Ayuda de los Estados Unidos (Catholic Relief Services) en Gaza y el programa para los refugiados de Cáritas de Jordania".
"Junto con los Obispos locales, animamos a dar un apoyo práctico a las personas vulnerables, a la formación de los jóvenes y a todos los esfuerzos por la promoción de la paz. Animamos a los cristianos a venir en peregrinación a Tierra Santa, donde experimentarán la misma cálida hospitalidad que nosotros hemos recibido", exhortan.
"Trabajaremos fuertemente para convencer a nuestros respectivos Gobiernos para que reconozcan las causas profundas del sufrimiento en esta tierra e intensifiquen sus esfuerzos por una paz justa", expresan.
Finalmente los obispos recuerdan lo dicho por el Papa Benedicto XVI en su discurso a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede: "después del reconocimiento de Palestina como Estado observador no miembro de las Naciones Unidas, vuelvo a expresar la esperanza de que, con el apoyo de la comunidad internacional, israelíes y palestinos se comprometan por una coexistencia pacífica en el marco de dos Estados soberanos, donde se preserven y garanticen el respeto de la justicia y las aspiraciones legítimas de los dos pueblos. ¡Jerusalén, sé lo que tu nombre significa! Una ciudad de paz, no una de división".