El Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, rechazó las declaraciones realizadas por el Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX - lefebvristas), Bernard Fellay, quien llamó "enemigos de la Iglesia" a los judíos.
En sus declaraciones emitidas desde la Academia de Nuestra Señora del Monte Carmelo, en New Hamburg, Ontario (Canadá), Fellay responsabilizó a los judíos de estar detrás de la exigencia de la Santa Sede a que la FSSPX acepte el Concilio Vaticano II, y recalcó que el apoyo de los líderes judíos al Concilio demuestra que "el Vaticano II es asunto suyo, no de la Iglesia".
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Por su parte, el 8 de enero el P. Lombardi recordó en declaraciones a la prensa que Fellay no puede hablar en nombre de la Iglesia y precisó que es absolutamente imposible hablar del pueblo judío como "enemigos de la Iglesia", ya que según la tradición de los Papas y la Iglesia, su compromiso es buscar el diálogo interreligioso.
Sin entrar en detalles sobre las declaraciones de Fellay, el vocero del Vaticano subrayó que la relación de la Iglesia con el pueblo judío es de "unidad y caridad", y esto se expresa de manera particular en el Concilio Vaticano II, más concretamente en la Nostra Aetate, uno de los documentos que rechazan los lefebvristas.
Según señala Radio Vaticano, el portavoz también recordó que, a lo largo de la historia, los Papas han demostrado con frecuencia palabras y actos dirigidos a fomentar el diálogo con el pueblo judío, así como hacia otras religiones.
Es el caso de la visita del Beato Juan Pablo II y el Papa Benedicto XVI al Muro de las Lamentaciones de Jerusalén (Israel), o las visitas de Benedicto XVI a las sinagogas de Colonia (Alemania) en el año 2005, Nueva York en 2008, y Roma en 2010, en las cuales fue bien recibido.
Para animar a la reconciliación entre la FSSPX y la Iglesia, el 21 de enero de 2009 Benedicto XVI decidió levantar la excomunión que pesaba sobre los cuatro obispos ordenados por Lefebvre en 1988: Bernard Fellay, Richard Williamson, Alfonso de Galarreta y Tissier de Mallerais.
El 4 de febrero de 2009, la Secretaría de Estado Vaticano indicó en un comunicado que los cuatro obispos están obligados al "pleno reconocimiento del Concilio Vaticano II" y del Magisterio de todos los Papas posteriores a Pío XII.
Dos años más tarde, el 14 de setiembre de 2011, la Congregación para la Doctrina de la Fe entregó a la FSSPX un preámbulo doctrinal conteniendo "algunos principios doctrinales y criterios de interpretación de la doctrina católica, necesarios para garantizar la fidelidad al Magisterio de la Iglesia y el 'sentire cum Ecclesia' (sentir con la Iglesia)".
Tras el inicial rechazo de los lefebvristas, en febrero de 2012 la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, encargada del diálogo con la FSSPX, anunció que estos pidieron "un tiempo adicional de reflexión y estudio" para analizar el preámbulo doctrinal.