El 6 de enero, fiesta de la Epifanía del Señor, se celebraron las exequias del sacerdote chileno de origen italiano, P. Ubaldo Santi, quien dedicó muchos años de su vida a ayudar a los enfermos terminales de SIDA.
Sobre su labor y tras las exequias, un emocionado exrecluso, Cristián Espinoza, dijo ante los presentes en la parroquia San Lázaro que el sacerdote "nos enseñó valores cristianos en el mismo infierno".
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Según señala el sitio web del Arzobispado de Santiago, Espinoza dijo sobre el sacerdote que falleció el 4 de enero a la edad de 92 años, que "él se la jugó por nosotros, se la jugó por gente que estaba botada. A las personas con SIDA nadie la consideraba. Por eso estoy aquí".
Por su parte Carlos Massad, exministro de Salud y expresidente del Banco Central, dijo a su turno que "los enfermos de sida eran rechazados por todos. La sociedad decía que habían contraído este mal de manera pecaminosa y entonces, se les excluía cruelmente. Él, los acogió –a ellos y sus familias– lo que es un principio cristiano fundamental".
Massad es además director de la Fundación por la Dignidad del Hombre, que busca recursos para financiar la Clínica Familia en donde se asiste a enfermos terminales de SIDA y cáncer, uno de los legados del Padre Santi.
En la homilía de la Misa, el Padre Alejandro Abarca, Delegado General en Chile de la Orden de la Madre de Dios, recordó que el fallecido sacerdote fue un "gran emprendedor de iniciativas, fue capaz de dar soluciones a los desafíos que se le presentaban, como la Clínica Familia para enfermos de VIH y de cáncer terminal, que en su momento tanto rechazo provocó pero que él supo llevar adelante".
El Padre Abarca dijo además que el Padre Baldo "se suma a una larga lista de hombres y mujeres de Iglesia que construyen el Reino en nuestra patria, entregando su vida en favor de los más pobres y necesitados¨.
El Rector General de la Orden de la Madre de Dios, Padre Francesco Petrillo, envió un mensaje en el que recordó que el Padre Santi "amaba a sus padres, a su familia, a su Orden (…), a los chilenos en sus terremotos, en sus aluviones. Amó a los pobladores sin casa, a los presos políticos, a los enfermos de SIDA, a los aquejados de cáncer terminal. A todos sin distinción".
La Misa fue presidida por el Arzobispo de Santiago, Mons Ricardo Ezzati, y concelebrada por diversos obispos y sacerdotes.
Más información: http://www.iglesiadesantiago.cl/noticias.php?id=19795