En sus palabras previas al rezo del Ángelus, ante los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI exhortó a imitar a María en Navidad, al reflexionar sobre la visita de la Virgen a su pariente Isabel.
El Santo Padre pidió que “imitemos a María en el tiempo de Navidad, visitando a cuantos viven en dificultad, en particular los enfermos, los encarcelados, los ancianos y los niños. E imitemos también a Isabel que recibe al huésped como Dios mismo: sin desearlo, no lo conoceremos nunca al Señor, sin esperarlo no lo hallaremos, sin buscarlo no lo encontraremos”.
“Con la misma alegría de María que va apurada donde Isabel, también nosotros vamos al encuentro del Señor que viene. Oremos para que todos los hombres busquen a Dios, descubriendo que es Dios mismo quien primero nos viene a visitar”.
El Papa señaló que el episodio de la visitación, narrado en el Evangelio del día, “no representa solamente un gesto de cortesía, sino que describe con gran sencillez el encuentro del Antiguo con el Nuevo Testamento”.
“Las dos mujeres, las dos embarazadas, encarnan en efecto la espera y el Esperado. La anciana Isabel simboliza a Israel que espera al Mesías, mientras la joven María lleva consigo el cumplimiento de tal espera, para bien toda la humanidad”.
El Santo Padre subrayó que “en las dos mujeres se encuentran y reconocen antes que nada los frutos de sus vientres, Juan y Cristo”.
“La Exultación de Juan en el vientre de Isabel es el signo del cumplimiento de la espera: Dios esta apunto de visitar a su pueblo”.
Benedicto XVI recordó que ya “en la Anunciación, el arcángel Gabriel le había hablado a María del embarazo de Isabel como prueba de la potencia de Dios: la esterilidad, a pesar de la edad avanzada, se había transformado en fertilidad”.
Isabel, señaló el Papa, al acoger a María “reconoce que se está realizando la promesa de Dios a la humanidad y exclamó: ‘¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?’”.
“La expresión ‘bendita eres entre las mujeres’ se refiere en el Antiguo testamento a Yael y a Judit, dos mujeres guerreras que lucharon por salvar a Israel. Ahora en cambio se ha dirigido a María, jovencita pacífica que está por generar al Salvador del mundo”.
El Papa indicó que la alegría de Juan en el vientre “recuerda la danza que el rey David hizo cuando acompañó el ingreso del Arca de la Alianza en Jerusalén”.
“El Arca que contenía las tablas de la Ley, el maná y el cetro de Arón, era el signo de la presencia de Dios en medio a su pueblo. El recién nacido Juan exulta de alegría ante María, Arca de la nueva Alianza, que lleva en su vientre a Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre”.
El Santo Padre resaltó que “la escena de la Visitación expresa también la belleza de la acogida: donde hay acogida recíproca, escucha, dar espacio al otro, allí está Dios y la alegría que viene de Él”.
“A María, Arca de la Nueva y Eterna Alianza, confiamos nuestro corazón, para que lo haga digno de acoger la visita de Dios en el misterio de su Navidad”, concluyó.