El Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de Argentina, Mons. Jorge Lozano, denunció que la corrupción, el machismo y una visión de la sexualidad fundada en el hedonismo alimentan el “mercado criminal” de la trata de mujeres, un negocio que mueve más dinero después del tráfico de armas y drogas.
El Prelado hizo esta denuncia luego del fallo judicial en Tucumán (Argentina), que absolvió a los trece imputados por el secuestro, sometimiento a la prostitución y desaparición de María de los Ángeles “Marita” Verón, víctima de la trata de personas para comercio sexual.
“La corrupción y la complicidad son afinidades crueles que impiden detener estos crímenes”, expresó.
“Debería sonar a verdad de Perogrullo, pero en el siglo XXI todavía tenemos que insistir en que la vida humana, su valoración y cuidado son cuestiones de todos, porque somos humanos. Éste es un problema mundial”, señaló en un artículo publicado en La Nación.
Mons. Lozano criticó la desinformación, indiferencia y silencio ante un drama que tiene como víctimas a niños, mujeres y jóvenes, “que tampoco son acompañados de manera programática desde un sistema educativo que proponga fuertes valores que contribuyan al desarrollo auténtico de la persona”.
Frente a ello, destacó las manifestaciones que resaltas “el valor de la persona y la dignidad de la mujer y la familia” y que exigen justicia y cumplimiento de las leyes; así como “los esfuerzos de las autoridades que actúan con la rectitud moral y la dedicación que les corresponde para dotar a cada país de los instrumentos jurídicos para detener este comercio, capturar y castigar a quienes se benefician de él y contribuir a rehabilitar las víctimas”.
“La Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención Internacional de los Derechos del Niño, las constituciones nacional y provinciales y los libros sagrados de las diversas religiones son tirados al retrete con cada niño o niña que es secuestrado y torturado para el comercio sexual”, denunció.
Por ello, Mons. Lozano alentó y felicitó a los “legisladores y funcionarios que con valentía asumen el compromiso de legislar y gobernar cuidando la vida. Crezcamos en el compromiso solidario para que en la Argentina no haya opresión y esclavitud de nadie. La trata es sometimiento, violencia y horror. No lo olvidemos nunca”.