El Vicario Apostólico de Alejandría en Egipto, Mons. Adel Zaki, solicitó a los distintos sectores de la sociedad civil que busquen el diálogo para superar la escalada de violencia que en la madrugada de hoy dejó como saldo 5 muertos y 450 heridos.
El trágico resultado se debe a los violentos enfrentamientos entre opositores y partidarios del presidente Mohamed Morsi, que se dieron frente al palacio presidencial.
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El Obispo explicó que la nueva Constitución que el Presidente Morsi quiere someter a referéndum popular el 15 de diciembre, "divide al país y no puede representar el texto de referencia de la unidad de la nación. Las reacciones negativas de estos días están demostrando que la parte de las personas que se oponen a ese texto, cocinado demasiado deprisa, es muy amplia, y su voz no puede ser ignorada".
Ante la violencia y la amenaza de guerra civil que se cierne sobre Egipto, el Prelado indicó que "se debe favorecer el trabajo de aquellas fuerzas de la sociedad civil que proponen el diálogo entre las partes en conflicto".
Los enfrentamientos de la madrugada son los peores hechos de violencia en Egipto después de la elección en junio de Morsi, presidente que cuenta con el apoyo de los Hermanos Musulmanes. Además, El jefe del Estado ha generado controversia al haberse arrogado por decreto poderes excepcionales el pasado 22 de noviembre.
A ellos se la redacción a toda prisa de la Constitución que, según la oposición, socava las libertades fundamentales y abre la vía de una aplicación más estricta de la ley islámica.
Los líderes de la oposición no islámica, entre ellos el premio nobel de la paz Mohamed el Baradei y el excandidato presidencial izquierdista Hamdin Sabahi, afirmaron el 5 de diciembre que continuarán su "lucha" hasta que Morsi revoque estas dos decisiones.
El Obispo Adel Zaki consideró por su parte que no es conveniente que los líderes de las Iglesias den indicaciones directas para boicotear el referéndum.
"Las iglesias deben iluminar las conciencias y favorecer el discernimiento en base a principios de justicia y salvaguardar el bien común", advierte Mons. Zaki, "pero luego cada uno tiene que elegir de acuerdo a su conciencia, con plena libertad. Las Iglesias no pueden pedir de forma vinculante al pueblo cristiano el boicotear el referéndum".