El Arzobispo de Santiago de Chile y presidente de la Conferencia Episcopal de ese país, Mons. Ricardo Ezzati, alentó a un grupo de sacerdotes a vivir su ministerio amparados en la fe y abandonándose en la cruz del Señor.
Así lo indicó el Prelado a un grupo de sacerdotes de la Zona Centro durante una jornada que se realizó del 2 al 4 de diciembre en la casa de retiro Sagrado Corazón de las hermanas franciscanas de Linderos.
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Según señala el sitio web del Episcopado chileno, el Arzobispo explicó que los presbíteros deben "vivir el sacerdocio desde la cruz, en el sentido del abandono en medio de las pruebas, que debe ayudar a vivir el ministerio amparados en la fe. Y poner la vida en manos del Padre que no deja de cumplir su promesa en la salvación".
"Donde el grito último de Jesús en la cruz, es lo que debemos poner en las manos de Dios, como lo hizo Jesús, donde el dolor del alma, también es el grito de la esperanza y la resurrección", añadió.
Mons. Ezzati también habló de la importancia del Concilio Vaticano II, en el marco del Año de la Fe. El Prelado recordó que este importante evento eclesial de la década de los 60’s "se vivió en un contexto de alegre esperanza por la efusión del Espíritu, que hacía percibir que todo lo que se propusiera la Iglesia se podría cumplir".
"Mientras que en el actual contexto estamos tremendamente desafiados y llama a mirar la brújula de la fe, que no es el camino pavimentado, si no la dirección a tomar en medio del desierto".
El Arzobispo resaltó que "el Concilio Vaticano II es la brújula que indica el caminar, pero requiere vivir lo sustantivo de la vida de fe, como es la proclamación de la Palabra de Dios a través de la buena nueva que es Jesucristo para el mundo y para nuestras vidas, el servicio hacia los que sufren, la comunión y la celebración en comunidad".
Mons. Ezzati afirmó que "para ello el verdadero servidor debe dejarse interpelar por Jesús, ¿qué nos dice el Señor?, ¿cómo acoger con misericordia a la persona con toda su historia, con toda su vida? Esto no es fácil".