La revista católica Vitral llamó a “cristianizar la Navidad” para que recupere su sentido religioso luego del largo periodo en que estuvo prohibida por el régimen comunista, pues desde que volvió a celebrarse públicamente ha hecho un gran bien “a la vida de la nación”.
“Una vez más la Navidad muestra su capacidad de producir felicidad; sin embargo, no podemos olvidar que esa capacidad benefactora de la Navidad tiene su raíz y su forma en el hecho religioso del nacimiento de Jesucristo. En la medida que la Navidad cubana se impregne más de su raíz y de su forma religiosa cristiana, como lo fue en el pasado, más bien reportará al pueblo cubano”, afirmó la revista de la Diócesis de Pinar del Río en su número de Octubre-Diciembre.
En su editorial, la revista recordó que desde el inicio de la evangelización de Cuba las celebraciones litúrgicas católicas constituyeron el primer motivo de reunión de la población y fueron las más importantes en la vida de la naciente nación.
Indicó que a lo largo de los siglos “el bien espiritual de la fiesta de Navidad repercutía beneficiosamente en la vida espiritual de la nación, que es lo más importante. La Navidad unía a los cubanos. Además, en el orden económico, existía el aguinaldo, que era el plus monetario o en especie por encima del salario del mes de diciembre que recibían los empleados del país”.
Sin embargo, el Gobierno comunista suspendió las fiestas navideñas del ámbito público desde 1969. “En los templos católicos y protestantes no se dejó de celebrar la Navidad. Tampoco en los hogares cristianos; pero la celebración pública desapareció”, recordó.
Recién “en 1997, en ocasión de su visita pastoral a Cuba, el Papa Beato Juan Pablo II pidió al Presidente cubano que concediese feriado el día de la Navidad, y así fue concedido. Un año más tarde fue hecho ley y publicado como tal en la Gaceta Oficial. El pueblo recibió con beneplácito esta disposición”.
“Sin embargo, habían pasado veintinueve años de la última celebración pública de la Navidad, ocurrida en 1968. Ya existía una generación de cubanos que no poseían la experiencia de una Navidad. El día de Navidad se había recuperado como feriado; sin embargo, esto no resulta suficiente para llegar a recuperar el ambiente propiamente navideño de esos días del año, característico del mundo occidental al que Cuba pertenece”, explicó.
La revista reconoció que actualmente el ambiente navideño se ha extendido a varios espacios de la vida nacional, pero aún falta bastante por hacer. Por ello, indicó que la labor de recuperar su sentido religioso es también tarea del Estado “porque una buena parte del pueblo cubano es creyente, y hace referencia, de algún modo, a la persona divina de Jesucristo”.
Incluso, indicó, los no creyentes y personas de otras religiones “reconocen a Jesús de Nazaret como el extraordinario hombre, que con su vida ejemplar y sus enseñanzas, ha marcado para bien la historia de la humanidad”. Por ello, destacó la apertura de los medios estatales a transmitir celebraciones religiosas públicas.
Sin embargo Vitral afirmó que es necesario que los medios den otro “paso adelante” y cumplan con su misión informativa e instructiva del ámbito religioso. “Es un derecho del pueblo ver reflejado en los medios de comunicación nacional su ámbito religioso, a la par que el político, el artístico y el deportivo. Es un deber de los medios de comunicación nacional hacerlo”, señaló.
“Rescatemos las fiestas navideñas con su beneficio significativo para el país (…) ¡Qué hermoso sería, durante los días navideños, ver en la televisión, escuchar en la radio y leer en la prensa referencias positivas a la Navidad, como ocurre en el resto de los países del mundo occidental y muchos del mundo oriental! Eso no hace daño alguno. Hace bien a todos. Hace bien a Cuba”, concluyó.