"Estoy convencida, el mayor de los peligros para este régimen es la esperanza", expresó Rosa María Payá, hija del fundador del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), en un reciente artículo donde afirma que la represión del Gobierno cubano solo logra que más gente se comprometa por los cambios en la isla.
En su blog titulado Desde La Habana, la joven relató que los "53 años de doctrina del odio" infundida por el régimen comunista ha sumido a los cubanos "en un estado de decepción del cual todos somos víctimas y cómplices".
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Sin embargo, afirmó que "en esta Isla poblada por nuestras almas (…), una palabra, un gesto, una muerte, una vida, un evento, una historia", pueden hacer despertar la esperanza de los cubanos.
"La esperanza. Mueve al compromiso, te obliga a participar, te coloca en el centro de la acción, es la posibilidad de controlar tu vida. Aquello por lo que se juega uno la vida, pues todos lo saben o lo intuyen, es una peripecia que, en mi tierra de hecho, puede matarnos", expresó.
En ese sentido, dijo que ha visto "cómo la represión ejercida para silenciar provoca el efecto contrario. La injusticia se vuelve motivación de lucha en el corazón y la palabra del oprimido, y lo que es aun más subversivo: conmueve al otro que observaba de lejos y con la ventana entreabierta".
"He encontrado razones para confiar en los lugares más insospechados. En la chica que atravesó una ciudad con su bebé a cuestas para contar que su esposo estaba preso en casa, que los oficiales de la seguridad del estado le prohibían salir y que media ciudad de Bayamo estaba sitiada, mientras se juzgaba a puertas cerradas a un (ciudadano español) inocente, por la muerte de aquellos dos, que convirtieron el cambio y los derechos de todos en el objetivo de sus fatigas. Son mi padre Oswaldo Payá Sardiñas y mi amigo el joven líder del MCL Harold Cepero".
Asimismo, indicó que si bien en "las sociedades sanas la esperanza puede relacionarse con la realidad a través de proyectos concretos", en Cuba "cualquier acción espontánea es peligrosa, y más cuando está ordenada a la persecución de la democracia, cuando escapa de la masa y adquiere propiedades individuales o matices de solidaridad".
Por ello, destacó gestos y acciones como la del "viejo campesino que lee el Proyecto Heredia (iniciativa ciudadana de cambio legal), se lo muestra a sus nietos y lo suscribe con letra torpe para exigir al Gobierno que la ley reconozca sus derechos. En el joven que toma sus pinturas de spray y recorre las madrugadas de La Habana embarrando los muros estatales con frases de libertad. En todos esos que no conocía, que también sufren y aún se acercan para decir: quiero ayudar".
"Tal vez lo que aquí narro te toca demasiado lejos o te resulta prescindible. Más allá de las contradicciones y los puntos de vista, si te he contagiado algo de esa inquietud, vivas donde vivas y tengas la edad que tengas, para mí, es suficiente. Por ahora…", finalizó.
El artículo completo de Rosa María Payá se encuentra en: http://www.intereconomia.com/blog/habana/hay-alma-hay-esperanza-20121127