El Presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria y Arzobispo de Jos, Mons. Ignatius Ayau Kaigama, denunció la crueldad con que el grupo terrorista islámico Boko Haram lleva sus ataques contra los cristianos y ahora contra las instalaciones militares del país.
"Acabo de volver de Roma a Nigeria, donde participé en el Consistorio y el nombramiento como Cardenal de Mons. Onayiekan, y acabo de leer del atentado", señaló el Prelado al referirse al ataque del domingo 25 de noviembre con dos coches bomba contra una iglesia protestante en el cuartel que aloja a las Armed Forces Command and Staff College (una escuela militar importante) en Jají, estado de Kaduna, en el norte de Nigeria.
En declaraciones a la agencia Fides, el Prelado dijo que su “primera reacción al leer sobre el atentado a la iglesia protestante en una base militar, ha sido pensar que esta gente es muy atrevida. Estos criminales son capaces de renovarse”.
“Han pasado de atacar a fieles inocentes en sus iglesias a llevar la guerra dentro de la institución militar, lo que demuestra un alto grado de experiencia en el cometer sus crímenes y el nivel de organización que han alcanzado", señaló.
El Prelado dijo que lo realmente inquietante “es que al llevar a cabo estos ataques, los miembros de Boko Haram parecen estar seguros de su éxito. Esto es sorprendente porque se supone que la policía y los militares están encargados de proteger a la población civil, pero ahora se han convertido en víctimas de los ataques de Boko Haram. Realmente tenemos problemas".
Por su parte, la prensa nigeriana informó que en la mañana del lunes se repelió un ataque en Abuja (capital federal) contra la sede de una unidad especial de policía encargada de perseguir a los miembros de Boko Haram.